21/9/09

El Comité Federal, también es el problema

El Grupo Prisa, el que se jactaba de controlar al Consejo de Estado, ha dado instrucciones a sus diarios, radios y televisiones para activar los ataques contra el presidente Rodríguez Zapatero y su gobierno. El motivo: el real decreto que daba vía libre a la TDT de pago, en claro beneficio de Mediapro y el marxista Jaume Roures; es decir, de la Sexta y el diario Público. Un apoyo que ha dejado prácticamente en la ruina al grupo del diario El País. Un grupo cuyos trabajadores tienen ya dificultades para cobrar a tiempo.

Es tal el caos creado por la gestión del ejecutivo socialista, que uno de sus bastiones la gente de El País, la SER o Cuatro, ha decidido alejarse de un barco que hace aguas y que contempla el abandono de diversos pesos pesados. Veamos algunos titulares. La gestión de Zapatero de la crisis siembra el desconcierto en el PSOE, Solbes deja el escaño en pleno debate sobre la gestión de la crisis, En la pendiente y el jueves día 17 de septiembre arremetía contra la gestión gubernamental de la crisis. Incluso Iñaki Gabilondo manifestó que “el problema de Zapatero no es Prisa, sino Zapatero”. El viernes 18 en Hora 14 de la SER se deslegitimó a Miguel Sebastián, el ministro de las bombillas, calificándole como “ese tipo”.

Ante el fuego amigo del grupo Prisa, un acoso justificado por la improvisación, la extrema parcialidad y la indolencia del Gobierno Socialista, el Comité Federal del PSOE actuó con extrema diligencia y volvió a su consabida retórica de izquierdas: “Hemos dicho no a los poderosos”. Con esa unanimidad respondieron los más de 200 asistentes a la sesión del órgano de gobierno del PSOE. No podía ser de otra forma, máxime en unos momentos de navajeo interno socialista que puede permitir a algunos recibir en la pedrea política un nuevo ministerio, una subsecretaría, una dirección general o cualquier tipo de cargo a cuenta del erario público. Mucho en juego como para discrepar. Y ya se sabe como piensan los amigos de Zapatero: “Prietas las filas, recias, marciales, sus escuadras van”. Así pues, nada de críticas, ni amenazas de medios de comunicación, ni de los propios militantes socialistas.

El Comité Federal con su apoyo a Rodríguez Zapatero avala su estrategia de taifas, que rehúsa el combate en campo abierto, que dribla, amaga y no da, en su especial guerra de guerrillas para volver loco al enemigo. Una estrategia que aborrece todo lo que suene a informe documentado, que en las sesiones del Congreso modifica el orden del día para eludir sus responsabilidades, y en su huida hacia delante arremeter con un desorden, que se explicita en las leyes que aprueban, desestructuradas y cuya vigencia ya no es de meses, sino de días, hasta ser derogadas por el propio desarrollo de los acontecimientos. Una estrategia que conduce a unos actos públicos donde se promete de todo, subir impuestos en plena crisis, y que hace pensar que esta gente no se ha enterado que ya no se puede recurrir a la devaluación de la peseta para salir de la crisis. No se han enterado de que estamos en la zona euro y que si no se cumplen diversos criterios, nos pueden sacar, en último extremo, de la moneda única.
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10/9/09

Zapatero, el problema eres tú

Es como si el maquinista se hubiera vuelto loco y el convoy realizara un recorrido que nos llevara a la cola de los países desarrollados. Las estaciones del paro, del crecimiento del PIB, del déficit del Estado, del déficit por cuenta corriente, del nivel de endeudamiento externo, de la educación, de la flexibilidad laboral y de la competitividad alertan a la OCDE, al Foro Económico Mundial y los informes como el Pisa o el de la Fundación de las Cajas de Ahorro, el propio Banco Central Europeo o el Banco de España, nos alejan del mundo virtual diseñado por el Gobierno Zapatero y su cohorte de paniaguados izquierdistas en el Congreso. Aunque las instituciones internacionales excluyen España de la recuperación económica, aquí siguen sin enterarse que el “rollo ideológico” ya no cuela, que la gente quiere, sencillamente, trabajo para poder resolver sus problemas y que el Estado y los poderes autonómicos y municipales dejen de invertir en sus paranoias.

Ni teniendo un gobierno anticlerical, como el de Zapatero, los españoles nos libramos de los diezmos. Este gobierno de izquierdas ha dejado tiesas las arcas del Estado y sólo encuentra solución en la emisión continua de deuda pública. Rodríguez Zapatero insiste en que “nuestra capacidad de inversión pública es sólida”, y ello cuando al personal al servicio de las administraciones públicas se le está pagando a base de contraer más deuda pública.

Ahora, quieren enfrentarse al lobo de la crisis disfrazados de caperucitas rojas (disfraz que incluye pañuelo rojo al cuello y puño en alto) y, de esta guisa, amenazan con “el ajuste fiscal” a las clases medias, las que siempre pagan, rodeándolas con todo tipo de eufemismos para esquilmarlas y llevarlas a la ruina, antes de iniciar el camino a la confiscación.

La fiesta mitin de Rodiezmo, auténtico Zapaterodrómo, nos ha dejado la fotografía de la escuadra socialista con cuatro puños en alto y al cabo Zapatero entonando el cántico de la Internacional, en desafinado coro, para insuflarse ánimos para enrocarse en la subida de impuestos –a la que denominan ajuste fiscal-; arremeter contra los empresarios y tumbar toda propuesta de rebaja fiscal para las pymes y autónomos; bloquear todo pacto con la oposición y subir las pensiones sin disponer de los recursos necesarios. Y un Alfonso Guerra, eufórico en sus dislates sin la menor gracia, clásico del autobombo y de la loa propia. Sin estrategia económica de ningún tipo, con decretos chapuzas que no mantienen su vigencia ni quince días, el gobierno camina a salto de mata para llevarnos a la ruina al ritmo de un talante de diálogo, que impone criterios y no da opción a un debate económico, y al compás del lenguaje de un sindicalismo trasnochado que, instalado en la poltrona, está fuera de toda realidad y no sabe ni a dónde va, pero que suscribe todo lo que le dice el gobierno.

La única cosa con la que estoy de acuerdo con José Luís Rodríguez Zapatero es que este país es solidario. Difiero totalmente cuando dice que “por ello, hay un Gobierno solidario”. No, señor Rodríguez Zapatero su gobierno es ya el más dilapidador de los últimos cien años; mucho más, incluso, que los de Felipe González que dejaron prácticamente a España en quiebra técnica.

Un Rodríguez Zapatero, abanderado del socialismo cerril, al que se le subleva el grupo Prisa, de quien el ministro de economía Pedro Solbes acabó harto hasta decir basta, al que le van abandonando ex ministros como Jordi Sevilla -fundador de la Nueva Vía socialista que aupó a ZP a la presidencia del Gobierno-, o el ex ministro de Cultura César Antonio Molina, trata de entretener al Congreso con la defensa de una subida de impuestos del 1,5% del PIB, que representaría unos 16.500 millones de euros cuando el país necesita más de 50.000 millones de euros para compensar el déficit del Estado. Capacitado para utilizar a la fiscalía y a la policía en beneficio de sus intereses electorales, este Zapatero a la deriva sigue sin especificar qué figuras impositivas irán al alza y se incorporarán a la Ley de Presupuestos Generales del Estado. Hablan de no tocar el IRPF, de aumentar las ayudas, de influir sobre las rentas de capital, sobre los beneficios de los fondos de inversión bursátiles o subir el IVA. Despistando con el tema de la futura Ley de Economía Sostenible, el diálogo social queda bloqueado y en entredicho al no poderse hablar de fiscalidad ni de rebajas en las cotizaciones sociales para que las empresas puedan competir en las mismas condiciones que el resto de países de nuestro entorno.

El gurú del progresismo francés Alain Minc, consejero de Criteria Caixa Corp, ha declarado: “España estaría mejor si Felipe González ocupase la Moncloa”, y considera a Rodríguez Zapatero falto de “fuerza” y sin “liderazgo”. En un artículo en El País (29.08.2009), el socialista Gregorio Peces Barba fue explícito en su expresivo título: “Un compendio de errores y engaños”, donde el catedrático sentencia: “en la preferencia del Presidente del Gobierno de la juventud sobre la experiencia, está quizás el error más de fondo que ha podido propiciar estos lodos”.

Y José Luís Rodríguez Zapatero sigue sin enterarse de que él es el problema que gravita sobre todos los españoles.
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