6/6/11

“Me sobra mucho mes al final del sueldo”

El título es una de las frases ingeniosas que se han leído y oído estos días en las acampadas de los indignados. Un movimiento lanzado por Democracia real Ya, que el 30 de mayo de 2011 daría su primera rueda de prensa para definirse como “apartidista y asindical”, “pacífico” y que rechazaba constituirse en un partido político para lograr sus objetivos. Sin valorar la decisión de algunos de permanecer en la plaza, se desmarcaron de los acampados de Sol. A partir de ahora, para ser escuchados prometen, dada su heterogeneidad, llevar a cabo iniciativas legislativas populares, así como una gran manifestación mundial el 15 de octubre.

Una frase de Jean Paul Sartre "la imaginación al poder" definiría el Mayo del 68

Si nos retrotrajéramos al mayo de 1968, oiríamos a Jean Paul Sartre decirle a Daniel Cohn Bendit: “Lo que mucha gente no comprende, es que ustedes no buscan elaborar un programa, ni dar una estructura al movimiento. Les reprochan querer destruirlo todo sin saber qué quieren colocar en el lugar de lo que derrumban”. No obstante, aquellos jóvenes convirtieron al filósofo en un icono y recogieron su frase “ustedes quieren llevar la imaginación al poder” como leiv motiv de su ensoñación.

Pero, aquella Francia de De Gaulle y de los filosofantes del mayo del 68 no es la España de Rodríguez Zapatero, donde el pensamiento correcto de la izquierda, con su coacción y cooptación social, apabulla a la sociedad al grito “derecha extrema”. Unos pensadores, sumisos y fagocitados, que, incapaces de sugerir y de construir un discurso alternativo, pretenden legitimarse con la crítica a la derecha, a la que culpabilizan de todo. Pensadores, organizaciones sociales y sindicales, amamantadas por el presupuesto público y subvenciones de todo tipo, que no emiten mensajes críticos a la banda de Rodríguez Zapatero y a sus aliados. Pensadores y adláteres obsesionados por mantener su estatus y ser visibles en las instituciones, que saben que tendrán una mayor recompensa en su sueldo si su mensaje logra aterrorizar a un electorado cautivo para que no cambie el sentido de su voto.

¿Qué entra en ese sueldo? Pues, aceptar la reforma de las pensiones, la congelación a los pensionistas y los recortes de sueldos en la función pública; mascaradas de huelgas y manifestaciones a destiempo; afrontar la degradación del funcionamiento de un sistema envejecido, ausente de perfeccionamiento desde la transición y sometido a un gobierno inútil que ha hundido las raíces económicas de este país y que ha acrecentado el malestar de la opinión pública.

En el origen de la indignación

Antes que al Zapaterismo, el pueblo español ya sufrió los 13 años de gobierno del Felipismo y sus ataques contra la familia y contra todas aquellas estructuras sociales que no se sometían a su régimen salvador. Tal como lo describiera el sociólogo norteamericano James Petras, aquel Felipismo impregnó la sociedad de totalitarismo consumista y la dejó incapaz de levantarse ante sus desmanes especulativos.

El polifacético Stéphane Hessel escribe este alegato, un panfleto contra la crisis y el malestar social

Ahora, el nonagenario Stephen Hessel con su panfleto ¡Indignaos!, prologado por José Luís Sampedro, ambos de 93 años, han influido, sin duda, en este movimiento de protesta junto a autores como Alberto Recarte y sus propuestas en el Ateneo, o Benardo Rabassa Asenjo y su decadencia del régimen partitocrático y su llamada a un golpe “civil e incruento”. A estos se les une el octogenario Eduard Punset con sus declaraciones de apoyo al movimiento 15-M en Oviedo.

Hessel plantea la indignación como facultad y como motivo de resistencia y considera la indiferencia como la peor de las actitudes. Habla de una insurrección pacífica para suscitar apoyos y comprensión, y la complicidad de todos contra los medios de comunicación de masas. Habla de la voluntad de compromiso. Asocia la esperanza al motor del futuro para aislar el terrorismo y superar los conflictos. Considera que la violencia y el terrorismo, ahora, no son eficaces, porque el recurso a la violencia tiende a perpetuarla, aunque, sin excusarlos, nos dirá que se puede comprender a los violentos.

A mediados de 2010, ante el avance electoral de la derecha señalado en todas las encuestas, el gobierno de Rodríguez Zapatero decide pasar al contraataque y revitalizar un movimiento social que el propio PSOE se había encargado de descabezar a su llegada al poder en 2004. Aparentemente, la izquierda callada y adormecida decide recomponer la maquinaria de protesta callejera, contra su propio gobierno, para ir engranando los ejes para cuando la derecha llegue al poder. Se sucedieron huelgas generales de funcionarios y la huelga general de septiembre que constituyeron un evidente fracaso. No les importaba, lo primordial era engrasar la máquina para la batalla del 2012, la que realmente les interesa puesto que implicará gestionar el país.

Así, en enero de 2011, en Jerez de la Frontera, Colectivo de Educador@s en Barrio Arrabal, planifican la reconquista del Estado mediante la elaboración de un calendario de actuaciones que encadenara acontecimientos tales como “integrar” ETA en el sistema o movilizar y controlar al ciudadano descontento para evitar su voto hacia la derecha y canalizarlo hacia la izquierda. Al “golpe de estado” que representaba lo de Sortu, después Bildu, debía seguirle un “golpe social”, el de los indignados. A partir de este momento, nada queda a la improvisación y, mucho menos, sin fines políticos. Serán meses de trabajo de infraestructura.

El 1 de marzo, Manuel Jesús Román Estrade, registra a su nombre en Internet el portal www.democraciarealya.es. Una página que mostrará el manifiesto que instará a la manifestación del 15 de mayo. Román Estrade, un escindido de IU, cabeza de lista por Huelva al Parlamento andaluz por Izquierda Andaluza en 2000, coaligado en otras elecciones con Los Verdes, el Partido Socialista de Andalucía o Coalición Andalucista, había sido editor del blog colectivo de izquierdas Barrapunto.

Una puerta del Sol a tope de indignados

Emergen, “otros espontáneos” como aquellos abogados que redactarán y divulgarán libremente el documento sobre manifestaciones y acampadas en la vía pública, para resolver cualquier problema legal e impedir la interrupción del calendario de actuaciones. Un servicio para potenciar y recuperar esa mayoría natural, que constituirían los votos de socialistas, ecocomunistas, partidos nacionalistas y grupos afines a ETA.

El conocido bloguero Enrique Dans manifiesta que “la campaña no es un llamamiento a la abstención, sino una petición para que entregues tu voto a otras opciones”. Los de la casa ocupada Casablanca dirigirán las operaciones de infraestructura para el campamento de Puerta del Sol. El actor de la ceja Willy Toledo, apadrinado por Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba, les ha mostrado su apoyo. El día de 18 de mayo, Gregorio Gordo, candidato a la presidencia de Madrid por IU, en referencia al movimiento en toda España, manifestaba que “Los Jóvenes de Izquierda Unida están en ese movimiento desde el inicio, por lo tanto nosotros no somos marcianos ni astronautas en esa movilización".

Unas acampadas para reflexionar sobre el sistema y sus carencias y para movilizar a la ciudadanía para conseguir un futuro mejor y más claro para todos. Hartos con los políticos que han dejado a toda una generación con un paro del 45% y al resto en la precariedad laboral. Un malestar social que es principio de toda posibilidad de cambio, si el movimiento de protesta consigue solidez y perspectiva con la articulación y desarrollo coherente de ideas fuerza.

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