9/6/12

Ararat, un viaje al recuerdo

Atom Egoyan (El Cairo, 1960) dirige este metafilme intimista en el que no puede dejar de estampar su visión personal de un conflicto que le concierne, como canadiense de origen armenio que es.

La película Ararat está basada en la masacre de Van a manos del ejército turco en 1915. En el desarrollo de la acción se puede ver al fondo el Monte Ararat. Entre los actores del filme destacan Charles Aznavour, Christopher Plummer, y David Alpay.

Los protagonistas, interrelacionados, se encuentran precipitados a situaciones límite, con la piedra angular de la grabación de una película sobre el Genocidio Armenio de 1915, Ararat. Su director, Edward Saroyan, interpretado por el francoarmenio Charles Aznavour, que establece en la granada un símbolo del sufrimiento y la supervivencia armenia, aporta la visión nostálgica de una madurez en la que permanecen los traumas de una infancia rasgada por el genocidio.

Ani, Arsinée Khanjian (esposa de Egoyan en la vida real), asesora histórica del filme, ha estudiado la figura de Arshile Gorky, el pintor armenio emigrado a los Estados Unidos que tampoco pudo olvidar durante toda su vida el horror de ver morir a su madre entre aquellos otros 1.500.000 que también perecieron. La madre es la semilla de la identidad y el recuerdo y se muestra en el famoso cuadro de Gorky como una figura entre el aquí y el allá, la vida y la muerte, como símbolo de trascendencia a modo de una virgen María particular a la que se venera.

Ararat, el monte sagrado de los armenios, da nombre a la cinta y aparece en toda ella, como símbolo de anhelo. De igual modo, Armenia es un lugar ya ilusorio pero siempre presente en el recuerdo de aquellos que, como Raffi, el hijo de Ani, han nacido lejos de su tierra ancestral.

Trincheras de las tropas armenias en la defensa de la ciudad de Van

El filme se beneficia de grandes momentos de silencio, que aportan mayor dramatismo y angustia a algunas escenas; las de muerte y persecución se suceden como un mensaje constante.

Película centrada en una temática demasiado restringida para el gran público; si muchos todavía desconocen qué es o dónde se encuentra Armenia, ¿cómo esperar que conozcan su genocidio? Así, es un tributo a los mártires armenios y un llamamiento a aquellos que todavía no se hayan posicionado respecto a los crímenes turcos o, incluso, los desconozcan.

Minerva Katssenian

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