27/8/12

Ofensiva contra la Iglesia Católica: (y V) Medios, arietes del ataque

Desde hace algunas décadas el grupo Prisa y su diario El País, y más recientemente el emporio mediático del multimillonario trotskista Jaume Roures, con la Sexta a la cabeza, llevan adelante una campaña permanente contra la religión en general y contra la Iglesia Católica en particular, y muy especialmente contra la Jerarquía Católica, contando para su cometido con su propia nómina de teólogos “prêt a porter”. En su empeño antirreligioso reciben la ayuda de medios de comunicación como el grupo Telecinco y el de Antena 3. En estos medios, en sus canales y diarios, los Informativos, programas de entretenimiento y de humor, reportajes de investigación, tertulias o series, artículos, crónicas o columnas de colaboradores concentran estos ataques directos y, también, otras agresiones más sibilinas a través de múltiples variantes.

Carta de rectificación al diario El País que, ante la callada del diario, acabó publicando la Conferencia Episcopal Española en su página en Internet

El diario El País publicaba el domingo 26 de febrero, en su página 32, un artículo titulado “Jaque al paraíso fiscal”, en el que se vertía las consabidas falsedades sobre la financiación de la Iglesia Católica en España. El Director de la Oficina de Información de la Conferencia Episcopal Española (CEE), con la intención de aclarar solicitó, por carta de 29 de febrero, una rectificación, de acuerdo con el derecho regulado por la Ley 2/1984, de 26 de marzo. Aunque en el Estatuto del Defensor del Lector de El País figura entre sus funciones la “vigilancia para que el tratamiento de las informaciones sea acorde con las reglas éticas y profesionales del periodismo”, en su respuesta a una carta posterior de la Conferencia Episcopal, este Defensor del Lector afirmaba que las invocaciones al derecho de rectificación y al análisis de sus motivos legales no entraban dentro de su función y dio la callada por respuesta sobre las implicaciones éticas del asunto en cuestión. Pasados veinticinco días, como la rectificación solicitada a El País no se había producido, la Conferencia Episcopal Española, dado el interés general de su contenido, la publicó a las 11:59 horas del martes 20 de marzo de 2012, en su página en Internet.

La obsesión preferencial de la izquierda exquisita

En la rectificación se denunciaba la falsa afirmación de El País sobre que el Estado “tiene en nómina a obispos y curas como si fuesen funcionarios”, puesto que las diócesis son quienes retribuyen mensualmente a los sacerdotes, con el dinero que procede de una parte del Fondo Común Interdiocesano, que anualmente distribuye la Conferencia Episcopal Española. Este Fondo se compone, entre otras partidas, del dinero que los contribuyentes, de forma libre y voluntaria, asignan cada año en su Declaración de la Renta a favor de la Iglesia. Pero ni siquiera todas las diócesis pagan los sueldos con el dinero del mencionado Fondo, porque en él se incluyen partidas de asignación y no de distribución directa a los interesados.

La información de El País aseguraba que la Iglesia católica está exenta del IBI “en virtud de los Acuerdos entre el Estado y la Santa Sede”. Sin duda, El País mostraba así su desconocimiento del régimen fiscal regulado por la Ley 49/2002, de Mecenazgo, que otorga las exenciones a las instituciones sin fines lucrativos, como es el caso de la Iglesia.

En programas como La Sexta Columna, la difamación, la injuria o el insulto están garantizados como instrumentos de destrucción masiva

Un claro ejemplo de odio obsesivo y permanente contra los creyentes lo constituye La Sexta, especialmente programas como El Intermedio del Gran Wyoming o el programa-insulto La Sexta Columna del prepotente Antonio G. Ferreras. Una cadena, crecida a la sombra del zapaterismo, que hoy se encuentra en la ruina económica y que, en un intento desesperado, pretende hacer caja vilipendiando a los cristianos. José Miguel Monzón Navarro (Gran Wyoming) o Antonio García Ferreras (casado con la periodista Ana Pastor) tienen la misión de ir preparando las condiciones objetivas para convertir a los cristianos en chivos expiatorios de la crisis con la excusa de la postura de la Iglesia ante el aborto, la eugenesia, la eutanasia, el "matrimonio” gay, la libertad de escolarización, etc.

En un tiempo inferior a una hora, en uno de los programas de La Sexta Columna, Antonio García Ferreras especificó que:
• "La Iglesia se adueña de lo que pilla.”
• "Los hombres de Rouco se han hecho un hueco en la sociedad a golpe de manifestación política.”
• "La Iglesia juega a la desestabilización, al guerracivilismo, al conflicto.”
• "No pagan impuestos por sus edificios, ni por sus jardines, ni por sus huertos, ni por las actividades comerciales que hagan.”
• "La Iglesia está funcionando como una gran agencia inmobiliaria.”
• "La Iglesia no se puede apropiar ni de lo que es suyo.”
• "Las familias se ven abocadas a colegios religiosos.”
• "La Iglesia es montaraz, intolerante y niega la ciencia, es una Iglesia de signo medieval.”
• "La jerarquía de la Iglesia es ultra.”
• "La Iglesia con Benedicto XVI es integrista.”
• "La jerarquía de la Iglesia no quiere salir del paraíso fiscal en el que vive.”
• "La Iglesia católica ya no tiene nada que ver con el proyecto originario de Jesús de Nazaret.”

Campañas no casuales

Los ataques de la izquierda exquisita, el laicismo político y mediático no son casuales y requieren permanentes campañas mediáticas, cuya agresividad se basa en la mentira, la manipulación y la falsedad como instrumentos de intoxicación informativa y de adoctrinamiento de la opinión pública, preferentemente en determinadas circunstancias:
1. Cuando se acerca un período electoral.
2. Cuando determinados partidos tiene problemas y quieren taparlos desviando la atención de sus seguidores sobre los mismos, y radicalizando su política ocultar su profunda corrupción.
3. Cuando se inicia el período de presentación de la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.

Pero, los ataques de estos medios, que controlan el 80% de la publicidad, tienen el apoyo de grupos de empresas que emiten sus mensajes en aquellos programas especializados en la agresión a los creyentes cristianos. He aquí la relación completa de anunciantes del programa La Sexta Columna:
• Fujitsu
• Renault
• Citroën
• Yoigo
• Garnier
• Bayer
• Securitas Direct
• La Piara Nutrexpa
• Marcilla
• Henkel - Somat 10
• Banesto Grupo Banco Santander
• Bezoya Grupo Leche Pascual
• Peugeot
• Samsung
• Opticalia
• Iberdrola
• Pantene
• Biotherm – L’ Oreal España S.A
• Ariel - Procter & Gamble
• Byly
• L’Oreal
• Trident
• Braun
• Productos del Mar de Noruega - Salmón Noruego
• San Miguel- Grupo Mahou San Miguel

A raíz de las protestas organizadas por Hazte Oír, la empresa Securitas Direct fue la primera en retirar su publicidad, y San Miguel-Grupo Mahou se comprometió a no volver a anunciarse ni patrocinar programas que atenten contra las creencias y contra la libertad religiosa. San Miguel se compromete a estar más atenta al tipo de programas que contrata. Ariel y Braun también retiraron su apoyo al programa de La Sexta. El 10 de julio, Iberdrola reconsiderará sus criterios publicitarios y se compromete a no anunciarse en programas que ataquen los sentimientos religiosos.

Gente tan materialista como los grupos mediáticos que venimos mencionando, necesitan a los anunciantes para sobrevivir, aunque subrepticiamente traten de conseguir todo el dinero público que les sea posible. La Sexta es el mejor ejemplo de esas ayudas públicas indirectas. Pero si, cuando esos ofensivos programas-basura agreden a las creencias cristianas y a la libertad religiosa, les decimos a los anunciantes que sus contratos publicitarios, especialmente los de pauta única, posibilitan esos ataques y que la intolerancia de esas cadenas tiene un precio: el no comprar los productos de los anunciantes y la recomendación de esta actitud a familiares y amigos. Sólo entonces, y así, comenzaremos a hacernos respetar, porque para esa progresía el dinero es lo único que les importa.

En las tres últimas décadas, hemos visto cómo estos sectores de la izquierda exquisita, el laicismo político y mediático son incapaces de evolucionar lo más mínimo u superar su agresividad de tiempos pretéritos, y siguen pensando en las mordazas de sus gulags, en su revanchismo, en su rencor, en su odio y en su programación de los ataques a los símbolos, a las creencias y a la jerarquía de la Iglesia Católica.

Silenciar las denuncias y a los denunciantes

No es la primera vez que, ante las campañas de denuncia de Hazte Oír.org o de Más Libres.org contra aquellos intolerantes que se proclaman adalides de la libertad, los denunciados actúen como matones callejeros y como inquisidores que censuran cualquier opinión que no compartan.

En 2008, una campaña de HazteOir.org(HO) alertaba contra La Sexta por el programa Salvados, que transgredió todos los límites del respeto a las creencias religiosas. El mismo día en que Heineken anunciaba la retirada de su publicidad de ese programa se produjo la caída del servidor de Hazte Oír.org. Pocos días más tarde, Seguros Ocaso siguió los pasos de la cervecera y de nuevo volvió a fallar el servidor. Cinco días después, cuando El Corte Inglés retiró su apoyo a Salvados, se produjo otra caída del servidor.

El grupo mediático del multimillonario troskista Jaume Roures garantiza el ataque permanente contra la Iglesia Católica

Dentro de la reciente campaña promovida por MasLibres.org, el 14 de junio de 2012, a primera hora de la tarde, desde el servidor de HO, salía el último correo electrónico hacia los anunciantes denunciando los insultos de La Sexta. A las doce horas se inició un fuerte ataque contra la web de Hazte Oír, a través de la que se canalizaron todas las firmas de esta alerta. Ante el temor de ser descubiertos y para no dejar rastro de la autoría, los delincuentes informáticos siguieron el procedimiento habitual y organizaron un ataque de pago recurriendo a IPs (ordenadores) de zonas lejanas como China, Estados Unidos e Hispanoamérica, aunque también hubo algunos españoles. Durante toda la noche, de dos de la madrugada hasta las ocho de la mañana, la web atravesó momentos de dificultad por una doble agresión:
• un ataque de denegación de servicios (DDos), que es un ataque a una red que causa que un servicio o recurso sea inaccesible a los usuarios legítimos, normalmente provocando la pérdida de la conectividad de la red por el consumo del ancho de banda de la red de la víctima o sobrecarga de los recursos computacionales del sistema de la víctima.
• y un ataque por fuerza bruta, que intenta romper contraseñas de FTP y trata de recuperar una clave probando todas las combinaciones posibles hasta encontrar aquella que se busca, y que permite el acceso al sistema, programa o archivo en estudio.

Quizás, se pregunten: ¿quién instiga estos ataques contratando, en plena noche, mercenarios para que le hagan el trabajo sucio? ¿Quién se empeña en acallar a las organizaciones que denuncian la intolerancia de estos medios de la progresía exquisita?

Sin duda, hay que movilizarse contra aquellos que nos quieren amordazar, contra quienes quieren silenciar nuestra voz con total impunidad. Hemos de instar a los organismos competentes que garanticen el Estado de Derecho y luchen contra esa impunidad que atenta contra el derecho a la libertad religiosa y contra los otros derechos inviolables del ser humano, esclareciendo las causas de estos hechos hasta identificar y sancionar a los responsables de las violaciones de los derechos fundamentales. ¿Se ha de permitir que los intolerantes que se salgan con la suya? ¿Se ha de dejar abandonada la sociedad en manos de los violentos e intolerantes que se imponen sobre la concordia y el diálogo.

El Papa San Félix III, Pontífice del 483 al 492, dejó escrito que: “No oponerse al error es aprobarlo, y no defender la verdad es suprimirla; efectivamente, dejar de denunciar el error de los malvados, cuando podemos hacerlo, no es un pecado menor que el de incentivarlos”.

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