23/9/13

11-S. ARTUR MAS O EL MONTAJE DE FALACIAS, MENTIRIJILLA A MENTIRIJILLA (II)

Los medios son una pieza fundamental en la formulación y desarrollo de ese modelo monolítico que se trata de imponer en Cataluña desde hace treinta años.

Un acuerdo de colaboración entre la Assemblea Nacional Catalana y el Col•legi de Periodistes de Catalunya, para la Diada del 11 de septiembre, facilitó el uso de las instalaciones colegiales para facilitar la acogida a los periodistas nacionales y extranjeros acreditados para cubrir la información de los actos organizados. La sede del colegio mantuvo abierta la secretaría la tarde del día 10 de septiembre, de 17 a 19 horas, y la mañana del día 11, de 10 a 13 horas, con la finalidad de que los 570 periodistas acreditados pudieran recoger sus acreditaciones. Para el desarrollo de la labor de los periodistas acreditados, el Colegio habilitó salas para redacción, con conexión WIFI, teléfonos y pantallas de televisión para que hicieran el seguimiento de los actos.

Sala habilitada por el Colegio de Periodistas para el seguimiento de los actos por parte de los medios acreditados

De esta forma, las imágenes facilitadas por la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals, el ente que gestiona los medios de comunicación audivisual de la Generalidad de Cataluña, en cumplimiento de su misión de servicio público; es decir, TV3, actuó como proveedor de los datos que los periodistas deberían transmitir en sus crónicas para agencias y diversos medios de comunicación de algunos países.

Los medios ante el modelo totalizador

El equipo de Wikidiari.info, que cubrió la mayoría de los actos de la Diada, y al que se le dio oportunidad de hablar en alguno de ellos, nos relataba que hubo tres personas por metro cuadrado para reclamar la independencia. Describía a familias enteras y grupos de amigos gritando. Sin embargo, ofreció imágenes en las que se veían una persona cada dos o tres metros y en una sola fila. No obstante, manifiesta que si la Vía hubiera tenido una sola fila y los participantes hubieran estirado los brazos, como así fue en todos los tramos de carretera, la cadena hubiera podido llegar mucho más lejos. Ya hemos expuesto anteriormente, cómo se puede calcular una manifestación de este tipo.

Ciertamente, a los periodistas se les ha de exigir mayor objetividad en sus informaciones. Una cosa es informar y otra muy distinta adoctrinar. Y el saber sumar, aceptar la convección de que uno más uno son dos, es muy socorrido en estos casos en los que se necesita una información veraz. Sin duda, las leyes educativas de gobiernos anteriores han conducido al presente estadio informativo. Pero, es triste que un Colegio profesional, que reúne colegiados de las más diversas tendencias, se preste a ese juego, en una prueba fehaciente de que en Cataluña está institucionalizada la coerción, la coacción y la cooptación social. Para decirlo con claridad, que estamos ante un sistema totalizador hecho a golpe de talonario. Un talonario generoso que no existe para buena parte de los profesionales de una de las profesiones peor pagadas, donde muchos de ellos no llega a percibir, ni por asomo, los mil euros. Nada que ver con las subvenciones y ayudas de todo tipo que se embolsan los propietarios de los medios catalanes que le hacen el juego al poder.

Algunos profesionales de la información han colaborado en el desarrollo de esta estrategia orientada a crear la máxima sobreexcitación posible en una parte de catalanes para intensificar el independentismo. Estrategia de más de tres décadas, que fue puesta al descubierto por El Periódico, en su edición del 28 de octubre de 1990. Un documento que constituía un catálogo de intenciones para la nacionalización de Cataluña y unas propuestas de recatalanización que abarcaban las áreas de pensamiento, de enseñanza, de lengua, de cultura, de medios de comunicación, de proyección exterior, de espacio geográfico y de espacio político.

Ese mismo diario, resumía el sentimiento de los manifestantes del 11-S con el titular de “Hay Prisa”, una idea recogida de un vídeo de Òmnium Cultural del mes de julio de 2010. El Periódico consideraba que el aire festivo y la firmeza de las adhesiones a la Vía Catalana, mostraban un desafío para unos políticos y unas instituciones que se pueden ver sobrepasadas por la calle. Para no crear frustración en los manifestantes, piden al Gobierno que sea consciente de que ha de negociar un referéndum., “fruto de un pacto explícito o cuanto menos tácito, con el Estado”.

Tras la jornada, otros medios analizaron el problema del independentismo y diferían en su propuesta de solución, que se movían entre la firmeza y la negociación.

El País aclaraba que “sólo una parte” de la población se manifestó y que la Generalidad y el Gobierno “deben dar cauce político al malestar provocado en la cadena catalana”. Consideraba que los organizadores supieron arrastrar al nacionalismo de CDC. Advierte a Artur Mas que no confunda “el carácter masivo de la asistencia con una mayoría o la totalidad de la ciudadanía catalana", y que no se deje "arrastrar por el calendario e impulsos de los organizadores, al tiempo acicates y criaturas de su indecisa estrategia". “Tras un año de continua agitación, de intensa propaganda oficial y de ausencia de real gobernación" -recordaba que "La institución [por la Generalidad] hace seguidismo de la calle y los representantes autorizados de esta actúan como estrambote de los eslóganes oficiales, en una confusa espiral de contornos imprevisibles". Ve al Consell Executiu “escorado hacia la parte más visible y activa de la población”, “pero solo una parte". Advierte que "No son esas las condiciones mínimas para el ejercicio imparcial del pluralismo requerido para cualquier consulta". Acusa de inmovilismo al Gobierno, que "no plantea otra alternativa al secesionismo que una involución autonómica con algún perfil neocentralista".

Esta composición de las portadas de diversos medios ha circulado por la red como un resumen de la Diada

Por su parte, El Mundo exigía a Mariano Rajoy, que no siga "de brazos cruzados" y que actúe con "firmeza para acabar con la impunidad con la que actúan Artur Mas y sus cómplices separatistas" e insistía que "la dejación de responsabilidades del Gobierno de la nación, que ni con Zapatero ni con Rajoy ha hecho nada para que se cumplan las sentencias de los tribunales ni las leyes en materia de lengua, educación y símbolos, conculcadas sistemáticamente por la Generalidad". Crítica la "falta de pudor" de la Generalidad y denuncia que ponga "todas las instituciones catalanas al servicio del independentismo", y las utilice como "instrumento de propaganda de un nacionalismo que identifica Cataluña con sus propios intereses” y que encadena “a los ciudadanos catalanes a unos mitos y una deriva que pueden conducir a una confrontación civil si quien puede impedirlo lo permite". Advierte que "fue un gran acto de exaltación de un nacionalismo fanático que, en perjuicio de los ciudadanos de esa Comunidad, recurre a los métodos del totalitarismo para avanzar hacia una independencia que se sustenta en un permanente victimismo y en la presentación de España como una nación opresora". Entiende que no cabe más "negociación secreta" con Mas, ni "seguir financiando la destrucción del Estado español", ni "mantener la ficción de que los nacionalistas son interlocutores respetables con los que se puede dialogar”.

Como en toda película no podía faltar una actriz, los figurantes de cartón y las vaquitas para crear una atmósfera bucólica

Para La Vanguardia, fue una movilización "convocada para reivindicar el llamado derecho a decidir", puesto que "el hilo conductor de las movilizaciones multitudinarias de carácter soberanista o abiertamente independentista que se vienen desarrollando en Cataluña desde 2010, a raíz de la sentencia del Tribunal Constitucional que laminó el Estatuto de 2006 después de haber sido escrupulosamente validado por el Parlamento [autonómico], las Cortes y el mismo pueblo catalán en el preceptivo referéndum, es la sensación de trato injusto a Cataluña, cuando no abiertamente hostil, por una parte del Estado, el Gobierno y sus instituciones". Reconoce un malestar y que "sería de todo punto irresponsable negar la evidencia o mirar hacia otro lado". "Una mayoría de los catalanes está pidiendo un cauce democrático para expresarse libre y pacíficamente sobre su futuro político". Para el grupo Godó, Rajoy y Mas "deben buscar vías para dar respuesta" mediante "el diálogo con altura de miras" y aunando "el respeto a las leyes y al principio democrático".

ABC, en su editorial, "pide al Gobierno un cambio de rumbo y que tome las medidas necesarias para defender la unidad de España, tal y como demandan la mayoría de los españoles" porque "de poco valdrá superar la crisis económica si lo que queda al final es una España mutilada". Califica a los independentistas de sediciosos que "trabajan a tiempo completo contra España", y desde la Generalidad "reescriben la historia con mentiras, que se inculcan desde las escuelas, donde se fomenta la aversión a lo español". Alerta sobre sus mentiras sobre la financiación, y sobre el “aparato de propaganda continua a favor de la independencia" que es TV3 mientras que "subvencionan a los medios privados "para que sustenten las tesis del poder separatista". Recuerda el incumplimiento de las sentencias por parte de la Generalidad, ante la abulia y acomplejamiento del gobierno que no le obliga a cumplirlas y el “filonacionalismo del PSOE”. Alerta de que "está en marcha una operación de gran calado, sufragada con dinero público, para lograr en breve la independencia de Cataluña". Acusa al gobierno de no tener un contradiscurso que exponga la verdad frente a la falacia del “España nos roba” y la “mixtificación del pasado".

Para La Razón, Artur Mas “debe retirar su estéril proyecto de consulta ilegal y proponer, en diálogo leal con el Gobierno, aquellas medidas que sirvan para mejorar la situación económica, social e institucional de Cataluña". Añade que “No son posibles otras vías de representación popular que las que marcan las normas de la democracia y las leyes consagradas en nuestra Constitución, que establecen con meridiana claridad que la soberanía de la Nación reside en la voluntad de todos los españoles libremente expresada a través de las urnas". Reconoce que el Gobierno "nunca ha dejado de tender la mano para reconducir la situación, pero la condición necesaria es que el nacionalismo moderado vuelva a tomar las riendas de un liderazgo que ha perdido o entregado a manos del separatismo".

El independentista Ara marca la prioridad de buscar el "aval internacional" para hacer un referéndum porque los catalanes “ya han tomado una decisión: la de construir un país nuevo, un Estado propio". Llama a conquistar las mentes, desterrar miedos y sumar sensibilidades.

El separatista El Punt-Avuiconsidera que una multitud espera y que no puede haber pausa porque está en juego "la supervivencia" de Cataluña. Para el siempre deficitario grupo editorial “no hay alternativas ilusionantes" a la secesión y no se pueden rebatir las evidencias.

La avioneta de La Gaceta recorrió la cadena humana con su mensaje integrador

Para el diario La Gaceta, la movilización separatista auspiciada por la Generalitat tenía el objetivo de conseguir “imágenes propagandísticas" para su estrategia. El proceso ha permitido establecer “una lista de 'buenos catalanes' independentistas" que han tenido necesidad de “mostrar ante un posible poder totalitario futuro su alto grado de integración".

Por su parte, la cadena pública catalana, TV3, continúa con su clásica diferencia de trato hacia los políticos, con los asuntos que se omiten en sus informativos y dándole una importancia irreal a todos los temas relacionados con el independentismo. Evitando todo aquello que ensucie la imagen pública del Govern y de sus aliados. Son meros transmisores del mensaje independentista y hacen suyo este lenguaje. Las cámaras de TV3 están en los actos independentistas, en una muestra más de su proyecto adoctrinador de la población. Su manipulación informativa sigue mezclando opinión e información, para confundir al telespectador, sin especificarle qué es lo uno y qué es lo otro. Cualquier petición de información objetiva a la cadena pública catalana es acusado de atentado contra la profesión periodística y contra la pléyade de contertulios y comentaristas que pueblan su nómina.

Un eco internacional que se disipa

Mal que pese a Artur Mas y a sus independentistas, el eco internacional ha sido escaso y menores sus expectativas de apoyo al secesionismo unilateral. Una enorme partida de gasto para su batida internacional que ha obtenido respaldo de la formación ultra y racista italiana Liga Norte, que ha mostrado “esteladas” en el Parlamento Italiano en solidaridad con el secesionismo catalán. Fue este partido quien, hace años, utilizó el lema: “Roma, ladrona”, y recientemente repite la consigna de “la Italia actual es repugnante”. La Liga Norte fue socio preferente de Silvio Berlusconi hasta 2011. Sus lemas han sido copiados por los nacionalistas catalanes, especialmente por CiU.

Los antiguos socios de Berlusconi, los diputados xenófobos de La Liga Norte dieron la nota con la estelada en el Parlamento italiano

La Liga es un partido xenófobo que, para su propaganda, ha llegado a inventarse la región de la Padania –que agruparía ocho regiones de Italia-, para la cual defiende la independencia. En abril de 2012, su líder, Umberto Bossi, dejó la presidencia del partido al estar acusado por varias fiscalías de formar parte de una trama de corrupción que desviaba dinero del partido “para exigencias personales de sus familiares”. A Bossi le sustituyó Roberto Maroni.

¿Con ese modelo pretenden construir el nuevo estado de Europa? Porque, digámoslo claramente, el modelo elegido parece ser el del movimiento fascista italiano, en donde todo quedaba confundido. El líder se confundía con el partido, éste con el pueblo, con el país y con la nación. Un modelo monolítico y expansionista, donde se buscaba la unificación mental para convertir al pueblo en meros autómatas al servicio de unos iluminados. Un modelo bajo el imperativo de la censura y de la autorepresión como condición de supervivencia de la gente.

Estos apoyos recibidos por Artur Mas y el modelo escogido por CDC y compañía, deberían hacer sopesar a los suyos las acertadas palabras de Mario Vargas Llosa de que “El nacionalismo es una tara de la que es muy difícil librarse. Uno deja de ser soberano y la tribu toma decisiones por nosotros. El nacionalismo es eso".

Adoctrinar en el odio

Un modelo dirigido al adoctrinamiento de los menores, tal como confirma la promoción del independentismo en las emisiones del canal infantil de la Corporació Audiovisual de Catalunya de los días 12 y 13 de septiembre de 2013. El jueves 12 un reportaje promocionaba el independentismo. Al día siguiente, en un documental sobre la Guerra de Sucesión española, reduce ésta a una lucha entre "castellanos" y "catalanes", por la que “Cataluña perdía su libertad” en 1714. El presentador hacía dos preguntas: "¿Sabéis por qué motivo es tan importante el año 1714? ¿Sabéis qué pasó en Cataluña? Y el mismo respondía: “Pues estad atentos porque nosotros también queremos saber más". "Estad atentos porque [la historia] es bien real". Tras lo cual daba paso al vídeo que narraba una muy sui generis versión de la Guerra de Sucesión.

Con este mapa proyectado por TV3, los independentistas catalanes se parapetan en otros pueblos de España. Lástima que buena parte de los escolares catalanes no conozcan muchas cosas más allá de los límites de su propia localidad o comarca.

El mapa que acompañaba a la explicación permite ver la falacia de la que parten: una frontera entre Castilla y Aragón, como si fuesen dos estados independientes. A partir de esa mentira plantean la guerra entre castellanos y catalanes. Nada de una guerra entre monarcas o países extranjeros que utilizaron el suelo español para sus cuitas. Nada de guerra civil, porque “Felipe V castigó al pueblo catalán”. El reportaje incide en el conflicto y considera “lo más grave” que “los ingleses y el resto de los aliados de los catalanes también nos dejaron plantados", por lo que se perdió la guerra. Y como colofón señalaba que "el nuevo rey, Felipe V, no tuvo ninguna compasión y castigó al pueblo catalán con uno de aquellos castigos que no se olvidan; el castigo se llamaba Decreto de Nueva Planta, y era un conjunto de leyes que, entre otras cosas, eliminaban del mapa la Generalidad, o sea, el gobierno catalán". "Cataluña perdía, así, su libertad".

En resumen, un reportaje que ni el mismísimo Jordi Bilbeny, con su Institut Nova Història, hubiera podido decir tanta falsedad, tanta mentira, tantas sandeces. ¿No hubo húngaros, austriacos, castellanos, navarros, valencianos, aragoneses y de otras partes de España en la defensa de Barcelona? Difícilmente, podía ser una guerra entre castellanos y catalanes. ¡Sean serios, por una vez!

Un documental que los burgueses de CiU han considerado pedagógico, a pesar de la falsedad palmaria del mismo y del implícito fomento del odio que de él dimanaba. Para el consejero de la Presidencia y portavoz del Govern, Francesc Homs, todas las críticas estaban basadas en “la mala fe”. Ninguna referencia al art. 4. de la Ley de protección jurídica del menor, que en sus apartados dos y 3 dice: “…2. La difusión de información o la utilización de imágenes o nombre de los menores en los medios de comunicación que puedan implicar una intromisión ilegítima en su intimidad, honra o reputación, o que sea contraria a sus intereses, determinará la intervención del Ministerio Fiscal, que instará de inmediato las medidas cautelares y de protección previstas en la Ley y solicitará las indemnizaciones que correspondan por los perjuicios causados. 3. Se considera intromisión ilegítima en el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen del menor, cualquier utilización de su imagen o su nombre en los medios de comunicación que pueda implicar menoscabo a su honra o reputación, o que sea contraria a sus intereses incluso si consta el consentimiento del menor o de sus representantes legales.”

En Cataluña, la Ley 14/2010, de 27 de mayo, de los derechos y las oportunidades en la infancia y la adolescencia, en su art. 157, califica de infracción "ofrecer, vender, alquilar, difundir por cualquier medio a los niños o adolescentes, o hacer exposición pública (...) de contenidos que les sean perjudiciales, o que inciten a tener actitudes o conductas que vulneren los derechos y los principios reconocidos en la Constitución o en el Estatuto de Autonomía”. Sanciona la proyección de "material audiovisual de cualquier tipo en lugares públicos o en espectáculos accesibles a los niños o adolescente con los contenidos descritos en el apartado anterior". Será considerada "infracción leve" la realización de este tipo de acciones y de “grave” en el caso de reiteración. La multa administrativa al infractor que corresponde a la “leve” será de 3.000 euros y hasta 90.000 euros en caso de reincidencia.

El bloque independentista CiU-ERC-CUP está gozoso y exultante con ese tipo de emisiones, mientras que el PSC-PP-Ciutadans se muestran contrarios, y los comunistas de ICV hacen mutis por el foro en su cada vez menos equidistante postura. Al margen de todas estas organizaciones, quizás, la Fiscalía debiera actuar de oficio.

A resultas de este gravísimo desliz de la televisión del Gobierno catalán, la Generalitat ha solicitado un informe sobre toda la prensa que ha equiparado el nacionalismo catalán con el nazismo. Ciertamente, elementos y rasgos comunes no les faltan. Son diversos los planteamientos que se debaten en ese ámbito, algunos de ellos inducen a que la policía autonómica pueda actuar como una auténtica Gestalt Polizei.

Ni TV3, ni las ciento y la madre de radios subvencionadas, ni el comecoco en las escuelas van a poder con la información seria que se viene produciendo en Internet, una red de la que siempre habrá que separar el trigo de la paja.

El hartazgo de Durán Lleida

Sin duda, ante tanto desvarío, Durán Lleida va adquiriendo conciencia de la deriva independentista, pero el iluminado Artur Mas sigue encadenado a un juego que le hace perder piezas cada día y que hunde, aún más, sus expectativas electorales.

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Durán Lleida ha optado por hibernar su blog. El hartazgo monotemático de la Cataluña Oficial cansa hasta las ovejas

Para hartazgo, el de Josep Antoni Durán Lleida que está hasta el moño de que los lectores de su blog solo debatan sobre independentismo, “hable de lo que hable, todos los comentarios, o la gran mayoría, prescinden del tema", obsesionados por "nuestras reivindicaciones como catalanes, a los diversos horizontes nacionales que podamos tener y a sus tesis contrarias". Decepcionado, lamenta que ¡No hay otro debate!". Un blog que funcionaba desde enero de 2007 que ha tenido, de momento, una última entrada A reveure!, pero que "permanecerá abierto para que las personas que quieran puedan exponerme opiniones o propuestas". No obstante, afirma que "Las leeré e intervendré en función de la materia o de su contenido".

El lunes, día 16 de septiembre, en un tuit expresaba que "Guste o no, la posición de la UE es el marco que establecen los tratados, me gusten o no. No me sorprende Almunia ni la portavoz oficial de la Comisión".

Podrá el govern de la Generalitat hacer todas las campañas políticas que quiera en el exterior, pero en la Unión Europea ven a Cataluña como una de las regiones más corruptas de Europa. En un informe de 2012, la Unión Europea la consideraba la comunidad peor gestionada de España en cuanto a calidad y transparencia, y en corrupción política e institucional ocupaba el puesto 130 de 172 regiones. Un año más después los resultados han empeorado y Cataluña ha conseguido la posición 134 en el ranking. El propio nacionalismo catalán se está fagocitando a sí mismo y, en su delirio, pretende arrastrar a toda Cataluña.

Y no puede ser de otra forma. Mientras se entrevistan a niños catalanes, a cara descubierta, para que hagan sus proclamas independentistas en TV3 o en televisiones locales y comarcales, la escolaridad sigue por los suelos. En la Cataluña del 2000, había 784 barracones utilizados y repartidos como aulas escolares en unos 130 colegios y la generalitat prometió que, en dos años y medios, acabaría con el 77% de los módulos y en el curso escolar 2004-2005 no habría ninguna aula provisional. En 2013, son ya 1.008 barracones distribuidos en 405 equipamientos escolares, de los que 286 son escuelas de primaria y 119 institutos de secundaria.

Sembradores de vientos

La espiral de tensión provocada por la campaña independentista se saldó con diversos incidentes, entre los que destacamos tres actos vandálicos que se produjeron en el transcurso de la Diada.

El ataque a la sede de la librería Blanquerna de la Generalidad de Cataluña en Madrid, que supuso agresiones físicas y once detenidos a las pocas horas, que pasaron a disposición judicial, saliendo al día siguiente en libertad con cargos. Salvo uno de los asaltantes, el resto iba a cara descubierta, y casualmente fueron grabados por cámaras orientadas hacia la escalera desde la que irrumpió el grupo agresor. En apenas unos tres minutos de permanecer en la sede tuvieron de romper lunas del local, tirar al suelo estantería, arrojar gases lacrimógenos, según testigos presenciales. Las cámaras siguieron grabando sin que se les impidiera hacerlo. Para una parte de la prensa fue un acto fascista en los que no hubo heridos graves. Si este asalto hubiera sido protagonizado por grupos de ultraizquierda, el tratamiento de la prensa hubiera sido rebajar el calificativo hasta reducirlo y diluirlo en la categoría de escrache. La Generalitat se personará como parte en las actuaciones judiciales.

En esta imagen fantasmagórica, encapuchados ejecutaron los desmanes de cada año, mientras otros les coreaban y lanzaban sus cansinas consignas

En esta Diada hemos vuelto a ver el otro rostro típico del independentismo catalán: el de las manifestaciones anticapitalistas que recorrieron las calles de Barcelona por la tarde, con diferentes lemas, y variados gritos como: "Ni Francia, ni España, Países Catalanes", "muera el Rey" y "viva Terra Lliure", que aludía a la banda terrorista que, durante unos años, atentó en Cataluña. Tras la marcha anticapitalista e independentista, tres jóvenes encapuchados subieron al estrado de los oradores y desarrollaron actos vandálicos como la quema de las banderas de España, Francia y de la Unión Europea y del retrato de Juan Carlos al revés, mientras otros profirieron gritos de “Visca Terra Lliure”. Un año más, por parte de la policía autonómica, no se han practicado detenciones de los implicados. David Fernández, diputado autonómico de la CUP, aseguró que "no pedimos permiso para ser libres, ni pedimos perdón para serlo", al tiempo que hizo un llamamiento a la desobediencia civil y defendió la independencia de Cataluña.

La acción contra la vivienda de Artur Mas en Vilassar de Mar, en la que un grupo de desconocidos escribieron con espray la frase “S’ha acabat la pau social” en una pared del edificio y acabaron arrojando pintura roja sobre la puerta de entrada y otras paredes de la casa. Esta agresión sirve de contraste a las propias palabras del presidente de la Generalidad, quien contrapuso “el civismo” que se vio en la cadena humana independentista al asalto vivido en Madrid.

Hemos de suponer que CDC conoce el hecho de que muchos de sus dirigentes políticos y de sus gestores en la administración, en las empresas públicas y otras instituciones, figuran en las listas que andan por ahí para ser “sujetos” de próximos escraches, tanto en sus puestos oficiales como en sus domicilios particulares o en los centros de estudio de sus hijos. Han criado, alimentado y siguen financiando a los cuervos que van camino de sacarles… y no sólo los colores.

Firmeza y negociación

En su intento de salir de sus propios enredos, Artur Mas sigue jugando a la confusión y al bombero pirómano, sin preocuparle la delicada situación que ha dejado a CDC, más próxima al infierno que al paraíso prometido.

El ataque a la casa de Artur Mas en Vilassar de Mar, ¿fue otra muestra del civismo de la jornada?

No se conocen muchos casos de movilizaciones promovidas desde el poder que no hayan sido calificadas de éxito por parte de la propaganda gubernamental y de sus medios de comunicación públicos y privados subvencionados, como en el caso de Cataluña. Un poder que lanza consignas unánimes y que organiza y financia un movimiento social, encargado de controlar todo el espectro político: CiU cubriría el centroderecha, ERC el centroizquierda y la CUP jugaría a cubrir la izquierda y la extrema izquierda. Todo un teatro nacionalista en el que los personajes reciben los aplausos de una burguesía catalana que ve como la gente se discute entre sí, entre independentistas y no nacionalistas, para que, mientras, ellos puedan hacer y deshacer a su antojo, deslocalizar empresas y visitar de continuo los paraísos fiscales.

Todos ellos son distintos rostros del independentismo, que tienen como nexo el adoctrinamiento en las mitologías nacionalistas, el victimismo y la tergiversación de la historia en esa búsqueda incesante de señas de identidad y de hechos diferenciales.

De éstos, quienes juegan a grandes revolucionarios, asumen la función de capitalizar movimientos sociales para tratar de vaciarlos de contenido y de azuzar contra aquellas otras acciones, sindicales o sociales, que no puedan controlar. Conocedor el poder de que la acción sindical es rechazada cada vez más por los propios trabajadores, protege y financia ese radicalismo obrero y estudiantil independentista para que actúen al estilo de los jóvenes bárbaros de comienzos del siglo XX.

Al Gobierno de Rajoy se le plantea el dilema entre firmeza o negociación. Mas antes que nada le correspondería rebatir la falacia de las supuestas 1.600.000 personas manifestándose. Contraargumentar las falacias independentistas, tal y como hacen los catalanes no nacionalistas con los escasos medios de que disponen.

Para dialogar, el gobierno debe asegurarse el respeto a la legalidad y una mínima lealtad de su interlocutor para disponer de un escenario que garantizase estabilidad a corto y medio plazo. Para que sea posible un diálogo, Artur Mas debe dejar de jugar “a la puta y a la ramoneta”. Las explicaciones deben ser claras y amplías, sin más falacias y mentiras del independentismo. Porque existen muchos catalanes que piensan que la independencia fractura innecesariamente la sociedad, que no garantiza más libertad a los ciudadanos, ni es una buena opción económica y dificulta la construcción europea. Aunque los medios sean precarios, el no nacionalismo ha de extender su pedagogía y argumentación a la mayoría del pueblo catalán, que no quiere aventuras de alto riesgo, que está harto de exaltaciones patrióticas, que se opone a la confrontación y propone una sociedad unida, libre y dialogante, sin renunciar a sus señas de identidad, que no son ni más ni menos que las de los otros pueblos de España.

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