30/10/13

El Cemento Facial de algunos directivos sanitarios catalanes

Los directivos de la Sanidad Pública catalana no reparan, ni han reparado nunca, en gastos si de su peculio se trataba. Etimológicamente, el peculio era la hacienda o caudal que el padre o el señor permitía al hijo o siervo para su uso y comercio. En la actualidad, sería el dinero y bienes propios de cada persona. A la moneda o dinero en general se le llamaría pecunia.

Dígase peculio o pecunia, la realidad es el cemento facial que gastan esos directivos sanitarios que se blindan ante los recortes que imponen a los demás. En mi pueblo se llamaría jeta descomunal, caradura, hocico de cerdo o desfachatez.

En la foto de Joan Sánchez para El País, el director de AQuAS, Josep M. Argimon, el consejero de Salud, Boi Ruiz, y el director del CatSalut, Josep María Padrosa, cantan por su cara bonita, tal y como hiciera en sus tiempos el Trío Calavera

El organismo responsable de la sanidad pública catalana, el Servei Català de la Salut (CatSalut), quiere blindar los emolumentos de sus altos directivos convirtiendo la parte variable de su sueldo en fija. De esta forma burlarían la medida articulada en la Ley de Presupuestos de 2012 de la Generalitat que impide a los trabajadores del sector público cobrar complementos variables vinculados a la productividad o similares.

La razón alegada por el departamento de Salud es que estos exquisitos gestores han sufrido un “decremento salarial importante” superior al del resto de los trabajadores, al padecer un doble recorte: la pérdida de este complemento y el que afecta a todos los empleados de la Generalitat. Con este plan del CatSalut se pretende que más de 50 responsables sanitarios puedan recuperar parte de los ingresos perdidos.

Hasta el 2012, en función de si eran mandos ordinarios o superiores, estos directivos percibían una parte variable hasta el 10 o el 15% de sus sueldos. En la Ley de Presupuestos de 2012 se establecía que el personal laboral no podía cobrar “retribuciones vinculadas a la productividad o conceptos análogos”, excluyendo un complemento que se fijaba de forma individual. Ahora, con el pretendido ardid legal, la parte variable se reduciría hasta el 3 o el 5%, respectivamente y el resto se convertiría en un complemento fijo. Un documento interno y las actas de reuniones pertinentes, como la del pasado 22 de octubre, confirman lo antedicho por El País.

El director del CatSalut, Josep Maria Padrosa, tiene una estructura salarial distinta, mucho más ventajosa, y, por tanto, no estaría afectado por ese atajo legal. En la Memoria de 2012, el CatSalut tenía 480 empleados, 41 mandos ordinarios, 12 mandos superiores y 14 cargos de alta dirección, además de su director general. Para la dirección del organismo, estos complementos “forman parte de la estructura retributiva” de este personal, y “se debería haber entendido” que no les afectaba la Ley de Presupuestos. Aunque el sueldo de algunos directivos sí se puede consultar, se alega que los sueldos de todos los altos cargos no son públicos, si bien sus retribuciones oscilan entre los 50.000 y los 80.000 euros anuales.

Los empleados públicos, con carácter general, tienen su sueldo congelado desde hace cuatro años, y sufrieron una reducción del 5% en aplicación de la medida del Gobierno socialista de José Luís Rodríguez Zapatero, y un 7% adicional por pérdida de una paga extra desde 2012 en aplicación de las medidas aplicadas por el govern de la Generalitat.

En el plan esbozado por el CatSalut se reconoce el actual contexto de “contención del gasto”, pero se anuncia la medida de la subida salarial de facto para sus altos cargos, enmarcada en la Ley de Presupuestos de 2014. Un acuerdo de interpretación del convenio colectivo que se tendría que aprobar en la comisión paritaria con representación sindical, encargada de vigilar el cumplimiento de la norma.

Para Joan Canals, de Comisiones Obreras, el plan es “inmoral”, porque busca el apaño para favorecer sólo a los altos cargos. El diputado del Parlamento Catalán, Josep Vendrell, lo calificó de “impresentable” e “inaceptable”, al tiempo que exigía a la Generalitat explicaciones sobre el coste anual de esta medida y se preguntaba: “¿Con qué autoridad pretende imponer el Gobierno recortes salariales al conjunto de trabajadores del CatSalut y del ámbito sanitario si se incrementa el salario del personal directivo?”. En sus preguntas, inquiría al Govern sobre si aprobaría incrementos salariales para los directivos de otros ámbitos de la Administración. Otras fuentes sindicales han calificado el plan de “agravio comparativo” con el resto de trabajadores que tampoco cobran la parte variable del salario, como muchos médicos o enfermeras.

Crónica Global nos ofrece esta poética imagen de Meritxell Garrido Sirvent, la persona agraciada en el reciente sorteo digital de cargos de 81.383,01 € realizado por Joana Ortega, vicepresidenta del Govern de Mas

En otro orden de cosas, la vicepresidenta de la Generalidad, Joana Ortega, ha fichado a una militante de Unió Democràtica de Catalunya, Meritxell Garrido Sirvent, licenciada en Derecho de 31 años de edad, como nueva "asesora en materia de implementación de nuevas propuestas territoriales" por lo que cobrará 81.383,01 euros al año. Su mérito es haber ido en las listas de CiU al Senado en 2011, al Parlamento autonómico en 2010 y en las municipales. Su sueldo estará equiparado al de un funcionario del grupo A, con un complemento de destino 27.3 (54.001,89 euros) y un complemento específico de 27.381,12 euros anuales, según Diario Oficial de la Generalidad de Cataluña (DOGC del 29 de octubre de 2013).

Todos los comentarios leídos en la prensa hablan de desvergüenza, de desmesura, de terribles políticos los pujoles-tripartitos-mases, privilegiados zafios y sonrojantes, dedócratas, de dónde están los sindicatos, de sueldos secretos, de sobresueldos, de mafia, de morro que se lo pisan, de ladrones de la recuperación económica, de necesitar mejores servicios y hospitales y no directivos más ricos, de mismos perros con diferentes collares, de porca miseria, de miembros de la misma logia elitista, de plan de enriquecimiento paulatino e injusto. La respuesta de los individuos con cara de cemento es siempre la misma: La culpa és de Madrit. Pero, el cemento también se puede resquebrajar a poco que se le haga vibrar.

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