30/4/14

Otro 1 º de Mayo atomizado, disperso y sectario… y van…

El 1 de Mayo de este año sigue la tendencia de las últimas décadas. La atomización, la dispersión y el sectarismo marcarán otra vez a esta jornada reivindicativa con la idea de ocupar, más que nunca, la calle durante el mayor tiempo.

Los trabajadores siempre se quedan en la cuerda floja, expuestos a peligros ciertos como la falta de trabajo, los falsos ERE o la formación que nunca recibirán

En algunos lugares, pasarán de una manifestación de media hora a una concentración más larga, amenizada por cantautores y conjuntos musicales. Cánticos reivindicativos y de entretenimiento darán un ambiente más festivo a la jornada y abrirán el paso a unos líderes sindicales, que se desgañitarán ante los asistentes y se pondrán estupendos en sus discursos. Sin duda, la dirigencia sindical valora, ya y mucho, el anual aumento de la edad de los manifestantes, por lo que les evitará muchos trasiegos a fin de ahorrarse innecesarias lesiones de los participantes.

Veremos a líderes sindicales, con soldadas de 150.000 euros anuales, o más, subrayando la difícil situación que viven aquellos parados en el límite existencial o aludiendo a las personas que no llegan a fin de mes y acumulan deuda tras deuda. Dirigentes y organizaciones sindicales que se apuntan al bombardeo de subvenciones, ayudas, fondos europeos y otros dispendios de los gobiernos, para regar la economía de sus organizaciones. Un riego millonario en euros que, pongamos el caso, exige contraprestaciones tales como la de apoyar las pretensiones separatistas de unos líderes políticos abducidos por el delirio.

Un sindicalismo de corte ancestral que, ante la proximidad de elecciones políticas, se transforma en clara correa de transmisión de diversas opciones políticas y actúa como carne de cañón de éstas. Un sindicalismo obsesionado por ganar la calle para los partidos a los que sirven y que les hace dispersarse de sus objetivos, cuando de la defensa de los trabajadores se trata. Este año, incluso, alguna monja constituyente tendrá su correa de transmisión.

Unos sindicatos atomizados y dispersos en sus tareas. Sindicatos que se disputan, unos contra otros, el favor de unos trabajadores que cada vez están menos por esa labor. Unos sindicatos que se lanzan dardos, entre ellos, aludiendo que el único sindicalismo de clase es el suyo, mientras acusan a los demás de venderse a poderes ocultos. No ha de extrañar, pues, que, con ese panorama, unos y otros opten por manifestarse por separado, y que los trabajadores miren hacia otro lado.

Se muestran contrarios a la corrupción y a la represión, y piden la Unidad, la Dignidad en la calle, la Cumbre Social, el reparto del trabajo y de la riqueza, la Europa Social, la del empleo y la ciudadanía, por la Tierra y con el Pueblo, o tratan de Organizar la Desobediencia para construir una alternativa anticapitalista. Los medios que utilizan son esos discursos, acciones e imágenes cansinos y sin otro objetivo que la movilización por la movilización y el mantenimiento de un caldo de cultivo de una imaginaria Huelga General Revolucionaria, que pocas personas se muestran dispuestas a realizar.

En este 1º de Mayo de 2014, los sindicatos deberían abandonar ya discursos periclitados y dar cabida a una auténtica reivindicación: ¡Ni un céntimo más para Partidos Políticos, Organizaciones sindicales y patronales! ¡Ni un céntimo más para aquellos que se han propuesto destruir este país!

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