21/10/14

La vorágine del “prusés” (V) Suspendido el referéndum, montan el butifarrendum

La decisión del Tribunal Constitucional ha obligado a Artur Mas a suspender el referéndum del 9N en los términos marcados por el decreto, que el todavía presidente de la Generalitat había firmado hace unos días. Un “prusés” que ha tenido en la corrupción transversal de treinta y cuatro años de gobiernos nacionalistas el elemento aglutinador del Pacte Nacional pel Dret a Decidir. Todos los partidos y coaliciones que han gobernado en estas tres largas décadas en Cataluña han estado cortados por el mismo patrón. En unos la acción depradadora ha sido continua; en otros, las apropiaciones se han combinado con las omisiones de denuncia de la corrupción que tenían a su lado. Unos y otros han arruinado Cataluña, moral y económicamente.

Los publicistas que les asesoran nos presentan a Mas, a Junqueras, a la Forcadell y a la Muriel como genios de la lámpara que van concediendo deseos. Para nada aparece en los medios del régimen que ERC, hace cuatro años, con el tripartito, triplicó la deuda, pasando de los 11.000 a los 35.000 millones de euros. Un comité ejecutivo de ERC en el que participaba Carme Forcadell, al tiempo que era concejala en Sabadell. Una deuda que, aquí y ahora, Artur Mas ha conseguido elevar ya hasta los 64.000 millones de euros. Una gestión caótica que no permite, ni por asomo, plantear ninguno de los “Vull” de la ANC.

Artur Mas con sus continuas triquiñuelas se está transformando en un auténtico trilero del ámbito independentista. Un trilero de las Ramblas como se presenta en esta imagen que circula por Internet

No hace falta hacer una crónica exhaustiva de estos últimos veinte días en los que Artur Mas trataba de esquivar a la prensa para reunirse, en lugares diferentes y en varias sesiones, con los dirigentes de los partidos secesionistas. Todos afilando sus navajas al tiempo en que, públicamente, surgían las disensiones entre ellos, a la espera de las nuevas ocurrencias del trilero de las Ramblas, que es el apodo por el que ya se conoce a Artur Mas en Barcelona.

Artur Mas y la CUP han llegado a un acuerdo de “unidad técnica” para la celebración del simulacro de consulta del próximo 9-N, según declaraba el conseller Francesc Homs el lunes 20 de octubre. Aparentemente, de esta forma, el presidente de la Generalidad rompía su aislamiento ante la presión y el ultimátum de ANC y Òmnium Cultural vertidas el domingo 19 de octubre. Ambas entidades le exigían elecciones plebiscitarias en febrero para declarar la secesión, pero dudan del éxito de una lista encabezada por Artur Mas. Al día siguiente, el secretario de organización de CDC, Josep Rull, rechazaba el ultimátum y respondía: "No marquemos ultimátums porque, si no, corremos el riesgo de hacerlo mal". También, Francesc Homs les recordó a Forcadell y Casals que el avance electoral es “una facultad exclusiva e indelegable” de Artur Mas.

En su juego para presionar a ERC, el president de la Generalitat asumía las exigencias de la CUP. Entre otras, la creación de un órgano de partidos para hacer un seguimiento del 9-N y realizar un llamamiento a la participación de observadores internacionales. ¿Cuántas decenas de millones de euros costará esta nueva broma?

Sin embargo, tres horas más tarde, la CUP desmentía a Francesc Homs y su anuncio de “preacuerdo”. Isabel Vallet, diputada autonómica de la CUP, desmentía desde su cuenta personal en Twiter con estas palabras: "No hay ningún pacto entre el Gobierno [autonómico] y la CUP. Aceptan nuestros requisitos, pero el principal: celebrar la consulta 'sí o sí', decae".

En la Cataluña virtual diseñada por el separatismo la CUP tendría la misión de cubrir el espacio de extrema izquierda. CiU representaría el centro derecha, ERC el centro izquierda y ICV-EUiA la izquierda. Este es el sucedáneo de democracia que nos tienen preparado para el futuro. Y todos cobrando de la misma fuente.

En esa Cataluña virtual, Artur Mas está consiguiendo que ese instrumento de poder llamado Convergència Democràtica de Catalunya derive hacia lo que fue la disolución absoluta y sin dejar rastro de la Unión de Centro Democrático. Su posibilidad de alternativa como fuerza política permanente puede que esté a punto de desaparecer. Habrá sido un largo período de ejercicio del poder político que correspondería más a una amalgama de intereses que a una ideología seria.

Breve crónica del simulacro

Sí conviene recordar que el martes 14 de octubre, un enloquecido presidente de la Generalitat cumplía con lo advertido por Josep Ramón Bosch, presidente de Societat Civil Catalana, cuando afirmaba que “Lo que pasa en Cataluña es tactismo puro, teatro, ahí están todos los partidos pro 9-N. ¿Ese día qué va a pasar? Nada. Habrá fiesta, eso sí. La ANC sacará las urnas y se producirá lo que nosotros llamamos el butifarrendum”.

Al día siguiente, el twitero Miguelito resumía así la actitud de Artur Mas: “El adversario es el Estado español del cual soy representante al que, un momentito, voy a pedir una transferencia de fondos para una cosa”. Al todavía presidente de la Generalitat se le asocia a manipulación, mala fe, victimismo e incompetencia, dar pena y caer en el ridículo.

La revista satírica Mongolia define así el referéndum: "El #9N habrá una consulta de la consulta que consultará la consultación de la consulta aplazada en principio”.

El editor de El Triangle, Jaume Rexach, pedía la dimisión de Artur Mas y su sustitución por un diputado que esté dispuesto a la "Sociovergència". Añadía en clave de humor que La Caixa le busque un puesto al todavía presidente de la Generalitat, pero bien lejos de Cataluña.

Sin un fundamento legal claro, apelando a “una competencia genérica" de la Generalidad en materia de "participación ciudadana", Artur Mas afirmaba que "el Govern está decidido a ir adelante con la consulta, y a hacerla el 9 de noviembre". Es decir, “su consulta”.

Cartel, en español, emplazado por la ANC a la entrada del barrio Sant Salvador de Tarragona, de mayoria inmigrante. Les hablan de listas de espera en la sanidad, cuando hace algo más de dos años les quitaron el servicio de urgencias nocturno

Habilitará locales cedidos por ayuntamientos, entidades y Generalitat; pondrá cajas de cartón con una ranura y papeles impresos en una fiesta de quince días de duración, en la que no se podrá olvidar el vermut y las patatas fritas, el pan y el prusés con globos y chuches. Algunos afirman que “No cal signar decrets per fer festes populars”.

Para saltarse la suspensión del Tribunal Constitucional y forzar la legalidad al límite, Artur Mas pretende que sea la administración Pública la base del 9-N. De esta forma, Artur Mas pretende que “su consulta” sea lo más parecido a un Referéndum serio. Para ello ha activado ya a los Mossos d’Esquadra para la votación y ha reactivado la campaña de llamamiento a las urnas. Entre otras acciones, Artur Mas ha indicado a los directores de Institutos que le den una terna de profesores “voluntarios” por centro para organizar las mesas electorales. Además, les insta a dar las llaves de las aulas a un “interlocutor” para hacer la consulta. Días antes había solicitado 18.000 voluntarios para participar en la organización del simulacro de la consulta alternativa, que atiendan las 6.000 mesas previstas a razón de 3 por mesa. También ha pedido funcionarios voluntarios para su consulta de feria que, unas veces, se asemeja a una rave party, y otras a una gymkana de recogida de firmas, y que pretende reconvertir en una butifarrada popular, sólo para independentistas, con urnas para no enfadar a ERC.

Fuentes del Govern han indicado que el que vote autorizará el estar inscrito en el Registro elaborado para la consulta. Un registro que no tiene ningún vinculo legal, porque institucionalmente no son nada, no tienen ni capacidad ni legitimidad representativa. Por más que haya dispuesto un Consejo General de Participación, para vigilar la legalidad y la transparencia, ¿Quién realizará el escrutinio? ¿Qué garantías tendrá este aquelarre del butifarrendum: sin ley, sin censo, sin garantías, sin adversario? ¿Qué cachondeo es eso de votar durante quince días y registrarse al momento?

El envilecimiento de Artur Mas ha subido demasiados peldaños. En su teatrillo, propone a la ANC y a Òmnium Cultural que hagan ver que es una demanda de la sociedad y que le presionen, públicamente, para así justificar una candidatura única, por él encabezada, que concentre a todas las fuerzas independentistas para concurrir a unas elecciones autonómicas en clave plebiscitaria, con un programa único que asegure el referéndum "definitivo".

En todo este tiempo de desgobierno, todo han sido montajes, por cierto muy bien pagados a base de millones de euros. Como aquel Informe que la consejería de Presidència del Govern publicara, el 12 de febrero de 2014, para justificar el saltarse la ley para celebrar el referéndum. Francesc Homs, su titular, declaraba que: “Si se cierra en falso, puede desembocar en una situación como la que vive justamente Ucrania en estos momentos”. Tras la guerra civil de Ucrania, Quico Homs reculaba: “Ni está en nuestra línea amenazar, ni está en nuestra línea hacer comparaciones que no tienen ningún tipo de fundamento, es evidente que Cataluña no llegará nunca a la situación de Ucrania”. Un consejero que lleva moviéndose una larga temporada entre la falsedad de sus afirmaciones, dando una de cal y otra de arena, y desmintiendo continuamente cualquier información que facilita.

Por lo visto, ocho meses después del Informe de Homs, ni Junqueras, ni la CUP, ni la ANC y, posiblemente, Òmnium Cultural, lleguen a opinar lo mismo, y, quizás, de palabra, estén algo más por ese caos y la violencia implícita en el nacionalismo.

Pero, aparentemente el consenso parece haberse roto para unos partidos preocupados ya por próximos comicios más que por el fallido referéndum. Reunión tras reunión, los matices ha ido diferenciando las declaraciones de los dirigentes secesionistas. El lunes 13 de octubre, Artur Mas convocaba a la Cumbre del Palacio de Pedralbes a: Joana Ortega (vicepresidenta del Govern), Francesc Homs (conseller de Presidencia), Oriol Junqueras (líder de ERC), Jordi Turull (CDC y presidente del grupo de CiU en el Parlament), Ramon Espadaler (secretario general de Unió), Joan Herrera (líder del grupo de ICV-EUiA en el Parlament) y Joan Mena (portavoz adjunto de los ecosocialistas), e Isabel Vallet y David Fernández (diputados de CUP).

Escaleras del Palacio de Pedralbes donde se celebró la cumbre separatista convocada por Artur Mas

En la cumbre de Pedralbes, Artur Mas anunció su decisión de no celebrar el referéndum. Se había incumplido la fecha tope del 10 de octubre para la publicación del registro provisional de participantes, uno de los plazos claves de su propio decreto, lo que hacía inviable la puesta en marcha de los preparativos. A cambio, propuso acogerse a un “procés de participació ciutadana”, un título de la ley de consultas no impugnado por el Gobierno. Una alternativa a la que la Corte separatista mostró cierta disposición. Artur Mas resumiría la cumbre de esta manera: "Vamos adelante, de momento no tan juntos pero vamos adelante".

Sin embargo, el presidente del Consell Assessor de Transició Nacional (CATN), Carles Viver Pi-Sunyer, abrió las puertas a las alternativas y pidió a los partidos que aclarasen lo antes posible los pasos a seguir a fin de evitar una situación de “frustración colectiva”. El asesor de Mas apuntaba tres salidas: consulta alegal, consulta a través de mecanismos de participación o elecciones plebiscitárias, que no supondrían comenzar de nuevo, porque según su criterio sería un “mandato” muy claro de iniciar el proceso de creación de un nuevo Estado.

Mariano Rajoy ve "ceremonia de la confusión" en las acciones de Mas. Pendiente de los pasos de Artur Mas, el gobierno estudia impugnar el registro de votantes del 9-N, si se trata de un censo electoral alternativo y si ese censo está asociado a una consulta suspendida por el Tribunal Constitucional. También, la Alta Inspección del Estado en Educación estudia dar una respuesta legal a estos hechos. El Gobierno ha habilitado dos vías: la política para reconducir la deriva soberanista “dentro de los márgenes de la legalidad y del interés general de los ciudadanos”. Rajoy considera que “lo que debería hacer Mas es ponerse a gobernar y acabar con este período de inestabilidad”.

Tras la suspensión, el butifarrendum

Como en los mediocres vodeviles, los actores del Pacte Nacional pel Dret a Decidir comenzaron a entrar y salir del escenario con diversas puestas en escena. El nuevo libreto de El Butifarrendum ha modificado ligeramente algunos de los papeles y sus textos a recitar.

Veamos lo que dicen esos políticos -unos convencidos, otros dubitativos y algunos más incrédulos- que, ahora, interpretan los papeles que se les han asignado.

Artur Mas pone muy sensible a Oriol Junqueras, cansado de los subterfugios usados por Convergencia, y que al líder republicano le provoca llorera, en la visión de Alonso

Por ERC dice Anna Simó que “está trabajando" para recomponer la unidad y que los partidos proconsulta lleguen a un acuerdo para el 9 de noviembre. Reconocen que han mantenido negociaciones con ICV-EUiA y la CUP para mejorar la consulta alternativa con una decena de compromisos con la Generalitat. ERC, que había exigido a Mas seguir con la consulta, advirtiendo que, en otro caso, lo dejaría caer, lamentó el rechazo a su propuesta de entrar en el ejecutivo catalán y acusó al Govern de imponer un “procés participatiu”, que no ha pactado con el resto de partidos. Junqueras reprochó a Artur mas que estás en manos de las catalinas”. Oriol Junqueras, entre algún sollozo televisivo por los subterfugios de Convergencia, le advirtió que el único camino que queda es una Declaración Unilateral de Independencia (DUI) por parte del Parlament y la apertura de un proceso constituyente.

ERC intenta atraer hacia sus tesis sobre el 9-N a ICV-EUiA. Ambas formaciones, tras el anuncio del acuerdo inexistente realizado por Francesc Homs, ratifican que no existe pacto con Artur Mas para el 9-N alternativo y reclaman elecciones autonómicas anticipadas. ¡Otro gasto más, éstos tampoco reparan en gastos si de dinero público se trata!

ICV-EUiA, es otra coalición que no sabe qué quiere ser de mayor. Tras la cumbre de Pedralbes, Joan Herrera consideró que "no se acaba el proceso" si no se vota el 9 de noviembre y propuso al Govern una campaña de movilizaciones en la calle. Joan Herrera declaraba días atrás que la consulta de Mas “Es un plan para salvarse él” y añadía que “Nosotros esto no lo avalamos", porque “Es un acuerdo de Mas con él mismo, un plan de rescate para salvar sus promesas". Al calificar de “sucedáneo” la consulta y que no votará en el 9-N alternativo, porque Mas "ha degradado y quemado la consulta" original sustituyéndola "por otra cosa que no lo es".

A Josep Antoni Duran Lleida el "prusés" le ha dejado con la boca abierta

Unió Democràtica de Catalunya, el socio de coalición de CDC, lleva meses presionando para que Artur Mas y Francesc Homs bajen el pistón independentista. Una deriva que, de acuerdo con las encuestas, ha hundido electoralmente a CiU. Duran Lleida descarta avanzar elecciones e insiste en agotar la actual legislatura. Rechaza formar parte de una candidatura unitaria para declarar la independencia unilateral. Unió se desmarca de CDC y ERC y les critica que planteen una lista unitaria en unas elecciones plebiscitarias sin consultar a UDC. Duran Lleida no descarta romper la coalición con CDC y apuesta por "generar la estabilidad necesaria para afrontar no solo la cuestión nacional, sino otros objetivos relevantes", como crear empleo y preservar el Estado del bienestar. Afea a Artur Mas el seguidismo a la ANC y Òmnium y le recuerda que "Cataluña nunca sobrevivirá como Estado independiente sin pactar con España".

Duran Lleida, que está promoviendo la plataforma Cataluña al centro para tratar de recuperar parte del electorado de CiU, explora con el PSC un posible pacto de estabilidad. Baste recordar que los 50 diputados de CiU y los 20 del PSC conseguirían la mayoría absoluta en el actual Parlamento catalán. De esta forma, el PSC permitiría a CiU acabar la legislatura a cambio de renunciar a la agenda independentista. Pero, Artur Mas mantiene una actitud cerrada ante esa posibilidad, al tiempo que Duran Lleida mantiene contactos con sectores cristianos, universitarios, pequeños y medianos empresarios, y otros sectores sociales de muy diversas sensibilidades, que celebrarán en Barcelona, una cumbre el 22 y 23 de noviembre bajo el lema ”Una reflexión pública con vocación de futuro”.

Por su parte, Miquel Iceta, el líder del PSC, pide a Mas que no cree más “falsas expectativas". Advierte que "Una declaración unilateral será anulada por el TC y ningún país nos reconocerá", y que no sería más que una “huida adelante” que no llevaría a “ninguna parte”. Otro dirigente socialista, Juan Luís Gordo, le augura a Artur Mas un final como el de Jordi Pujol, ya que ha hecho “mucho daño a Cataluña”, por lo que le pide que convoque elecciones autonómicas y que se retire de la política.

La CUP que, de forma extraordinaria, había reunido a su “Consell Politic” para explicar la cumbre de Pedralbes decidió no dar “Ni un paso atrás”. La reunión del día 20 de octubre con Artur Mas va en esa línea.

Alicia Sánchez Camacho, del PP, ha declarado que “Lo único que hace ahora Artur Mas es alargar la agonía con simulacros para contentar al electorado la que ha estado engañando durante todos estos años diciéndoles que podrían ir a votar”. Respecto a la posible candidatura única de CDC, ERC y la ANC no cree que vaya a obtener la mayoría absoluta, y señala que “No me intimida la lista única de independentistas”. Alerta que “tenemos que ignorar los engaños permanentes en el lenguaje de CDC”. Millo advierte que Mas sólo cuenta con los antisistema de la CUP, por lo que “la situación es más preocupante de lo que parecía".

Albert Rivera, en un acto en el Teatro Romea de Barcelona en 2010

Al dirigente de Ciutadans/Ciudadanos (C's), Albert Rivera, le limitan sus apariciones en los medios de comunicación. No en vano sus perspectivas electorales, con posibilidad de alcanzar más del 13% de los sufragios y unos cuatrocientos cincuenta mil votos, con lo que lograrían entre 16 y 18 escaños, superando al PSC y al PP, a Podemos, ICV-EUiA o la CUP. Albert Rivera sostiene que “El liderazgo de Mas se diluye mientras su desafío separatista agoniza”; pero, aún así, “Mas insiste en su farsa y en dividir en bandos a los catalanes”.

La ANC, auxiliada por Òmnium Cultural, con sus papeles asignados para esta obrilla teatral, ha instigado el golpe de estado, pretenden fichar a los malos catalanes mediante su Gigaencuesta puerta a puerta, y juegan a la insurrección preparando el control de aeropuertos y puertos. Convocan performances para que las cámaras de los medios subvencionados los graben y los organismos del régimen multipliquen por diez o veinte a los asistentes. Pero, no olvidemos, fuertemente subvencionadas con muchísimos millones de euros.

Aunque todo el mundo se puede equivocar y hasta cometer delitos, por su debilidad humana, las propuestas de los independentistas no representan ninguna solución a los problemas reales de los catalanes: corrupción, malversación, mala gestión, evasión de capitales, 3-5-10%, paro, crisis económica, sanidad en picadillo, TV3%, etc.

Hechos indicativos de que la Omertà sigue rigiendo las acciones del caciquismo en Cataluña. No ha de extrañar, pues, que personajes como Marius Carol o Pilar Rahola cubran y recubran las andanzas de Jordi Pujol por esos paraísos fiscales del diablo, incluso tras su confesión pública. Ahora, la consigna lanzada es diferenciar entre el Jordi Pujol persona con múltiples chanchullos, del Pujol político y padre del nacionalismo catalán. Una muestra más de la esquizofrenia con la que trabajan. Otra muestra más de esa Omertà es la permanente campaña de desprestigiar a la policía española por parte de los tertulianos nacionalistas, quienes, desde el primer momento y en el ejercicio de su bajeza moral, han utilizado, también, la crisis del Ébola como arma arrojadiza.

Proclamado el botifarrendum, los dirigentes políticos secesionistas nos han ido mostrando su irresponsabilidad, fanatismo y egoísmo al anteponer su ansia de poder absoluto y su seguridad económica al bien común. Inventando una historia y una bandera ajenas a la Cataluña tradicional han inoculado el odio en la sociedad y han azuzado un conflicto inexistente que ha llevado al enfrentamiento a los catalanes, a las familias, empresas y clubes deportivos. Para tapar la incompetencia de Artur Mas y sus cómplices nacionalistas, han emplazado a la desobediencia y la insurrección contra la legalidad y el seny, contra el trabajo y la familia, contra el futuro y la ilusión de regenerar la sociedad y de combatir la corrupción transversal que asola Cataluña.

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