En Navidad, la ruleta rusa enlutó Hemodinámica

Años tentando a la suerte con el juego de la ruleta rusa, confiados en que ese arma de repetición que es el revólver no llevara balas en su recámara múltiple. Quizás, desconocían el riesgo que representa un revólver totalmente cargado, que siempre tiene un cartucho enfrentado a la aguja percutora, por lo que un golpe o caída puede originar la percusión. Pero, afortunadamente, aunque los sistemas de seguridad del arma, ya no son manuales sino automáticos, algunas veces fallan, sea por el seguro de interposición de masas, el de corredera, el excéntrico o el de acerrojamiento incompleto del cilindro. Tal vez, fallaron algunos de los elementos de puntería como el punto de mira o el alza.

Sin un funcionamiento de 24 horas al día, la hemodinámica en Tarragona puede transformarse en un macabro juego de ruleta rusa

En los cuatro últimos años, trabajadores y sindicatos del hospital Joan XXIII, y usuarios de la sanidad de Tarragona, han venido denunciando la situación de la Unidad de Hemodinámica. Dentro de esa Unidad, el servicio especializado en las técnicas de cateterismo cardiaco y angioplastia coronaria venía funcionando desde el 2009, de 8 a 17 horas y de lunes a viernes. Avanzado el 2013, en el mes de mayo, las reivindicaciones, denuncias y protestas de los trabajadores del Hospital Joan XXIII consiguieron que la Gerencia Territorial del ICS ampliara este servicio hasta las 20 horas y de lunes a domingo.

Pero, en ese macabro juego de la Ruleta Rusa, siempre inquieta la posible existencia de una bala en la recámara. El día de Navidad esa bala se disparó a las 22.42 horas, y a la altura de El Vendrell alcanzó a su víctima, Enrique Gherón, de 76 años, un farmacéutico del barrio tarraconense de Torreforta, que estaba siendo trasladado al Hospital de Bellvitge desde el Hospital Joan XXIII de Tarragona.

El paciente había llegado a Urgencias del Hospital a las 19,06 horas del día 25 de diciembre, practicándosele diversas pruebas para determinar su estado, sin poderlo remitir a la Unidad de Hemodinámica, cuyo servicio especializado en las técnicas de cateterismo cardiaco y angioplastia coronaria había dejado de funcionar a las 20 horas.

Una vez estabilizado el paciente se decidió su traslado en ambulancia medicalizada al Hospital de Bellvitge. Durante su traslado, una nueva crisis obligó a volver al Hospital de Tarragona a fin de estabilizarlo de nuevo. En un nuevo traslado para ser tratado en Bellvitge no pudo alcanzar su destino al fallecer en el camino.

La viuda del finado, María Victoria Viu, relataba aquellas tres largas horas, de idas y venidas, a los medios de comunicación: “Llegamos a urgencias a las 19,06 horas. Le empiezan a examinar y varios médicos me dicen que le están haciendo pruebas. Antes de las 21,00 horas me comunican que está teniendo un infarto pero que lo han estabilizado. También me dicen que, dada la situación, la unidad de hemodinámica está cerrada y que optan por trasladarlo a Bellvitge”.

Al no poder acompañar a su esposo en la ambulancia medicalizada, María Victoria optó por coger un taxi. Nos dirá: “la ambulancia sale y yo, que tardo un poco más, recibo una llamada a las 21,25 horas diciendo que mi esposo está en Joan XXIII. Él había sufrido otra crisis y la ambulancia tuvo que regresar”. La mujer regresó al hospital donde sufrió una crisis cardiaca por la que tuvo que ser ingresada en el Hospital Joan XXIII hacia las 21,53 horas. “Un poco más tarde, me dice el quipo médico que esté tranquila, que mi marido había tenido un problema en la ambulancia y había tenido que volver, pero que lo habían vuelto a estabilizar. Me dicen que deciden llevarle otra vez a la unidad de hemodinámica de Bellvitge”. Pero, “Los médicos me dijeron poco después que no había conseguido llegar a Bellvitge”.

El funeral se celebraría el 27 de diciembre en la Iglesia de San José Obrero de Torreforta.

Ahora, la viuda baraja la posibilidad de denunciar al Catsalut y pedir responsabilidades. “Tengo que estudiarlo porque hay que luchar para que algo así no le pase a más gente. No quiero que la cosa se quede aquí. Pienso en la de vidas que se habrían podido salvar de esta abierta esa planta las 24 horas del día” –dirá con dolor. Mostraba su queja con esta pregunta: ¿No puede un farmacéutico después de décadas de trabajo y de adelantar el dinero que Salut pagaba tarde a las farmacias disfrutar de la atención adecuada?

Años de reivindicación

Desde que en enero de 2012, el paciente Felipe Ribas denunciara públicamente las carencias del Hospital Joan XXIII y su peregrinación por centros hospitalarios, se hizo patente una campaña de movilizaciones de trabajadores y usuarios de la sanidad pública en Tarragona. Acciones reivindicativas como encierros, mesas informativas, recogida de firmas y entrega de más de 16.000 firmas al Departament de Salut de la Generalitat, facilitaron la ampliación horaria de la Unidad de Hemodinámica.

Cuatro años de reivindicaciones por parte de los trabajadores del Hospital Joan XXIII y de apoyo a la Unidad de Hemodinámica para que los pacientes que requiriesen de cateterismo cardiaco y angioplastia coronaria pudieran ser tratados con la urgencia necesaria. La reciente muerte de un paciente ha mostrado la insuficiencia del actual horario para garantizar la vida de la población afectada. En la provincia de Tarragona, el 58% de los casos de infartos agudos con elevación de ST no se opera antes de los 120 minutos, el tiempo máximo recomendado.

En un comunicado, la sección sindical de CGT recordaba el Informe de Activación del Código Infarto, realizado en 2009 por el Jefe Territorial del SEM, y el Informe sobre Rendimiento asistencial y científico del Código IAM, realizado por la Academia de Ciencias Médicas en abril de 2014. Ambos informes, en base a las cifras asistenciales que ponen de relieve el incremento de casos atendidos en las horas de ampliación del servicio de la Unidad de Hemodinámica, apoyan la necesidad de la reivindicación.

Durante el 2014, esta Unidad de Hemodinámica realizó 1.310 intervenciones, entre programadas y urgentes, y atendió 250 códigos infarto. El cierre nocturno de Hemodinámica obligó, en 2014, a derivar 80 pacientes hacia Barcelona. Piénsese que desde Tarragona se precisa un mínimo de una hora de desplazamiento hasta el Hospital de Bellvitge y de dos horas desde Tortosa.

Sede de la Delegación de Salud en Tarragona

En el pasado mes de diciembre, 10.810 nuevas firmas avalaron la petición de los sindicatos al Departament de Salut de la Generalitat de Catalunya para que la Unidad de Hemodinámica funcionara las 24 horas.

Para el catedrático de Anatomía Patológica de la URV y médico del Hospital Joan XXIII, Emilio Mayayo, esta muerte “era previsible” y estaba en todos los corrillos hospitalarios desde hacía tiempo, porque “la planificación actual de la sanidad pública favorece a los de Barcelona, dejando en mantillas a los que estamos en zonas periféricas”. Subraya que los casos de infarto “es una patología bastante habitual en la que el Hospital Joan XXIII tiene una amplia experiencia. Lo único que se tendría que hacer es ampliar los recursos necesarios para evitar otras noticias como la ocurrida el día de Navidad”.

Revoloteo preelectoral

Posiblemente, el hecho causante haya abierto los ojos a un buen número de personas; pero, ante la proximidad de un nuevo período electoral, cuervos de distintos pelajes ya revolotean para sacar provecho de esta nueva desgracia.

Los medios catalanes han tardado once días en tratar esta noticia y en relatar los hechos acaecidos. Sin duda, cabría preguntarse ¿qué sucede con los medios de comunicación catalanes? ¿Por qué han tardado tanto sus fuentes de información en generar la noticia? ¿Por qué dejaron pasar las vacaciones de Navidad hasta crear la noticia? ¿Para generar una protesta sostenida en el tiempo que nos lleve hasta el inicio de la campaña electoral?

El “delegat de Salut” ha abierto un expediente informativo sobre la muerte de Enrique Gherón, y afirma que, desde hace tiempo, lleva trabajando para posibilitar la ampliación del horario durante 2015. El Alcalde de Tarragona manifiestó: “Estic molt enfadat i profundament preocupat pel servei d’Hemodinámica” y “se’ns ha acabat la paciencia, fa dos anys que ho reclamem”. Según el alcalde, el grupo socialista presentará una moción en el Ayuntamiento e impulsará iniciativas parlamentarias. Y declaraba “Animo al resto de grupos a reclamar el servicio, ya que tenemos todas las razones objetivas para que sea así”. Por su parte, PSC e ICV-EUiA pedirán, en el Parlamento catalán, explicaciones al Conseller Boi Ruiz.

La Coordinadora de Entidades de Tarragona lanzó su ultimátum por la hemodinámica

La Coordinadora de Entidades de Tarragona, ha dado un plazo de diez días para que el servicio funcione en 24 horas y si no hará campañas de protestas y convocará movilizaciones. Un ultimátum que no valora las dificultades para formar equipos especializados que puedan asistir a los pacientes en condiciones.

La Junta de Personal del Hospital Universitario Joan XXIII de Tarragona ha dirigido un escrito al Conseller Boi Ruíz, Delegat Territorial de Salut a Tarragona Josep Mercadé, i Gerent Territorial de l'ICS Cam de Tarragona Pere Àngel Montserrrat. En él exigen que se mantenga abierta la Unidad de Hemodinámica las 24 horas del día todos los días del año para atender a los pacientes con Infarto Agudo de Miocardio, y evitar de esa forma las derivaciones a Barcelona, en cuyo traslado los pacientes pueden perder la vida o quedar con secuelas importantes.

Para el sábado 17 de enero, a las cinco de la tarde, se ha convocado una manifestación que saldrá del barrio de Torreforta y marchará hacia el centro de Tarragona. Se han adherido a ella, sindicatos, partidos políticos y entidades ciudadanas.

Levantada la veda electoral, llega el tiempo de solicitar dimisiones de Consellers y de las denuncias de partidos que, precisamente, algunos de ellos apoyaron las aventuras políticas del govern al que, ahora, critican tras beneficiarse de sus ayudas y subvenciones. Aventuras que han consumido más de veinte mil millones de euros en modus vivendi y montajes de todo tipo orientados a la ruptura de la convivencia ciudadana. Así que, a esta gente, habría que decirles, de nuevo, que siguen sin tener una mínima vergüenza y que ¡menos lobos caperucitos!