26/3/15

22-M: Elecciones Andaluzas, el bipartidismo mayoritario

El escritor italiano, Giuseppe Tomasi di Lampedusa (1896-1957), dejó escrita una única novela, El gatopardo. En ella, una frase concentra toda una ideología: “Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie.”

Susana Díaz disponía de 47 diputados como apoyo a su labor de gobierno, una vez que los doce diputados de IU, en una jugada táctica de desmarque, optaron por abandonar su ejecutivo. En la esperanza de conseguir un mayor respaldo parlamentario por haberse desprendido de los comunistas de su gobierno, la presidenta de la Junta de Andalucía adelantó la convocatoria de elecciones. Un adelanto electoral que volatiliza varias decenas de millones de euros de las arcas de la Junta.

Palacio de San Telmo en Sevilla, sede de la presidencia de la Junta de Andalucía, que algunos han pretendido convertir en el Patio de Monipodio

En el ambiente permanecía la larga serie de casos famosos de corrupción, que el diario El Mundo relacionó: Juan Guerra (1989), Ollero (1991), Sanlúcar (1999), Majestic (2004), ACINIPO (2005), Pedro Pacheco (2005), Facturas Falsas (2005), Malaya (2006), Saqueo I(2006), Saqueo II (2006), Troya (2006), Aguadulce (2006), La Fabriquilla (2007), Astapa (2008), Operación Arcos (2008), MercaSevilla I (2009), MercaSevilla II (2009), MercaSevilla III (2009), Poniente (2009), ERE (2010), Bahía (2011), Invercaria (2012), Madeja (2013), UGT (2013), Agencia Idea (2013), Tomares (2014), Cursos de Formación (2014).

Una corrupción sistémica, preferentemente de izquierda, con redes que actúan de instrumento de enriquecimiento ilícito, que mantienen el clientelismo político y una fidelidad electoral de índole caciquil, que se sirve de la precariedad y el desempleo endémicos. Corrupción que se extiende por UGT y su equipo de conseguidores. Un entramado político, sindical y empresarial que revolotea por el entorno de la Junta de Andalucía y que, a nivel local, también ha salpicado a PP, PA, GIL, PAL e IU. Los desfiles de imputados por los Tribunales evidencian la existencia de una tolerancia social ante esa situación.

Susana insta a la resistencia subvencionada

Tras una campaña para no afrontar los problemas reales de una comunidad en la existe el mayor fracaso escolar, en la que progresa su paro juvenil y, sobre todo, en la que los escándalos de corrupción surgen mes a mes hasta contar con más de mil imputados y, de momento, con más de 6.000 millones de euros evaporados y sin justificar. Escándalos inadmisibles de falsos ERE, de fraude en los cursos de Formación o de operaciones tipo Malaya.

¿Los gobernantes salidos de las urnas serán capaces de extirpar la corrupción sin contemplaciones y desecar la ciénaga política y social andaluza? ¿Serán inflexibles ante la descomposición moral y el expolio económico que la corrupción conlleva?

La lenguaraz Susana Díaz, morena teñida de rubia, antigua catequista y casada con un costalero, asumió la dirección de su campaña, donde uno de cuyos ejes era tirar por elevación hacia la persona de Mariano Rajoy, la de sus ministros, enfocando el problema de transparencia en el PP. El mismo tiro para alcanzar, también, y ningunear al candidato del PP a la Junta de Andalucía, José Manuel Moreno Bonilla. Una forma de presentarse como alternativa de Estado utilizando Andalucía como su trampolín a la política nacional, en previsión de un futuro fracaso de Pedro Sánchez, al que José Luís Rodríguez Zapatero lleva desacreditando dos largos meses con sus “boutades”: Cuba, Marruecos, cena con Pablo Iglesias, a quien consideró un socialdemócrata y definió como un “no populista” que pretende desarrollar alternativas al sistema.

Susana Díaz y Pedro Sánchez en un mitin de una campaña que giró alrededor de Susana Díaz y se alejó de la marca PSOE

Los asesores de Susana Díaz, sin duda, trataron de dirigir el objetivo hacia otros focos como forma de eludir los gravísimos problemas que ha padecido Andalucía en las últimas cuatro décadas y que, en lugar de disminuir, se agravan día a día a pesar de las partidas del presupuesto andaluz y del presupuesto nacional destinadas a esa comunidad autónoma. Es innegable que muchas aulas continúan siendo barracones y que, incluso, alguna clase se tiene que dar en lavabos. Por ello, los eslóganes de la campaña se referían casi siempre a Susana Díaz y eludían la marca PSOE. Ante todo ello, la gran promesa de Susana Díaz y del PSOE es la creación de una Oficina Antifraude. ¿Cabe mayor cinismo?

Tras su triunfo en la noche electoral, en la que consiguió mantener el número de diputados de que disponía, Susana Díaz subrayó la “victoria histórica e indiscutible” del PSOE, aún a costa de perder más de cien mil votos, y pidió que todos sean "consecuentes" con los resultados de los comicios autonómicos y aseguró que su gobierno puede tener cierta estabilidad.

La extensa red clientelar del socialismo andaluz ha sido la triunfadora de la jornada electoral, puesto que un sector del electorado ha preferido garantizarse el salvoconducto de supervivencia que representa el PSOE y, así, hacer frente al empobrecimiento y eludir la opción de la diáspora. No hay otra cosa desde 1977, como lo confirman las grabaciones que están surgiendo de responsables de Empleo de la Junta, y la detención de 16 cargos de la Junta en la Operación Barrado. “Si no ganamos las elecciones no seguiréis trabajando en la Junta”. Grupos de dolientes amenizaron su fin de Fiesta.

El líder del PSOE, Pedro Sánchez, asume el discurso de Albert Rivera en estas elecciones y, también, señala que el principal enemigo es “el paro y la desigualdad”, abriendo una puerta a futuras alianzas. Sin embargo, nadie responde a la petición de Ciudadanos de expulsar a Griñán y Chaves de sus cargos de representación política.

Un adelanto electoral que, no obstante, no le ha permitido alcanzar la mayoría absoluta que pretendía y que, dada su pírrica victoria, la obliga a gobernar en minoría, dada la dificultad de tener como compañeros de viaje necesarios a Podemos o Ciudadanos. Asociarse al uno o al otro es conditio sine qua non para disponer de mayoría absoluta.

El desplome del PP

El partido mayoritario de Andalucía hasta el 22 de marzo, el PP, ha perdido más de medio millón de votos, pasando de cincuenta a treinta y tres diputados. La jornada del 22-M dio paso a un Parlamento atomizado con cinco partidos, en el que el PP se ha configurado como segunda fuerza política. Un Parlamento que deberá afrontar la regeneración institucional.

El candidato del PP, sabiéndose perdedor, se mostró humilde y educado frente a la soberbia de Susana Díaz. Este graduado en Protocolo, en su debate en TVE del lunes 16 de marzo, propició un giro en su estrategia en la última semana de campaña. Al paro, a la corrupción, a la sanidad y a la educación añadió las salidas de tono de la presidente de la Junta de Andalucía en el debate, tratando de impedir que hablara el candidato popular, que impulsaron a la moderadora a llamarle la atención.

Mariano Rajoy acompañó en seis ocasiones a Juan Manuel Moreno Bonilla, en la imagen en el mitin de Málaga

Mariano Rajoy valoró positivamente la intervención de Moreno Bonilla: “Juanma fuiste lo que eres. Educado, correcto, respetuoso con tus adversarios, respetuoso con los espectadores, demócrata; no entraste al trapo de nadie, dejaste hablar, que es lo razonable y lo sensato; no interrumpiste, que es lo que se hace en estas ocasiones; no perdiste los papeles, que es muy importante en la vida; demostraste que te sabías los temas, el moderador no tuvo que llamarte la atención, lo cual es un dato muy significativo. En suma, fuiste el presidente”.

Juanma Moreno, desde el atril indicó que: “Una de las elementales reglas de cortesía en la vida y la política es saber escuchar. Sólo el que sabe escuchar sabe aprender y sólo el que escucha y aprende puede proponer para solucionar. Quedó en evidencia que la candidata del PSOE, no sabe escuchar”.

Censuró a Susana Díaz que gobernara “a la bronca con todo el mundo” y le recordó que la tiene “con los alcaldes, a los que no recibe, con el Gobierno de España, conmigo, con los 800 Alpe (Agentes Locales de Promoción para el Empleo a los que despidió y no readmite pese a las sentencias del Tribunal Supremo)… Y con Pedro Sánchez. Sólo sabe pelearse”.

Mostró preocupación por el “elevado porcentaje de ciudadanos que están todavía indecisos, y muchos votantes del PP que están en la abstención. Mi principal adversario político se llama abstención, es mi enemigo”. Sobre la corrupción indicó que “Los andaluces rechazan y repelen la corrupción, pero el PSOE ha conseguido que no se vincule a su marca”. En un posible gobierno suyo, sostuvo que “mi primer objetivo será poner las bases para crear empleo, después bajaré los impuestos y, por supuesto, voy a hacer una auditoría”- También dijo que mantendría el PER, pero haciéndolo más eficaz, y que eliminaría el aforamiento y bajaría dos puntos el tramo impositivo del IRPF. Afirmó que los ex presidentes Chaves y Griñán no son dignos de representar a su tierra en el Congreso y el Senado.

Moreno Bonilla trató de mantener el tipo de la mejor manera posible, a pesar de sus escasas expectativas para alcanzar la presidencia del Gobierno andaluz. La trama Gürtel, el caso Bárcenas, el desgaste por la austeridad impulsada por el Gobierno y el incumplimiento de su programa electoral, la escasa comunicación con la sociedad y su inexistente propósito de enmienda, restaron posibilidades de éxito a un candidato que disponía de poco tiempo para darse a conocer. Para Moreno, la marca PP ha sido un hándicap porque sus dirigentes están irreconocibles y no han sido leales a su electorado, que sigue siendo el mismo.

Para el PP, los consejos de Arriola sobre la creación y desarrollo mediático de Podemos, ha supuesto un grave error: el reírse de su propia gente. Una masa crítica intersocial que le puede dar nuevas sorpresas en Madrid y Valencia, en las próximas elecciones del mes de mayo.

El apoyo de Mariano Rajoy, que ha tenido una presencia de seis días en Andalucía, no fue suficiente para enderezar el rumbo electoral del PP. Demasiado tiempo habían dejado abandonado a su candidato. Después del varapalo, Algunos dirigentes han pasado de las críticas en privado a desmarcarse del presidente del Gobierno, ante la nula autocritica oficial en la reunión del Comité Ejecutivo Nacional. Han pasado del miedo a la irritación, mientras el juez Pablo Ruz va cerrando, paso a paso, el caso Bárcenas.

El Podemos de Teresa Rodríguez

Sobre el ascenso de Podemos se había escrito mucho. Podemos es una organización que, desde más de un año, está siendo impulsada por importantes grupos mediáticos como atresmedia y mediaset. En esta ocasión, Podemos disponía de una candidata, Teresa Rodríguez, actual eurodiputada, que no era nueva en la política y que, en sus intervenciones, se mostraba exultante aprovechando la nocturnidad de los actos para repetir los mantras de su formación.

Para configurarse como tercera fuerza política en Andalucía aprovecharon el terreno propicio de la degradada situación andaluza, de las obligatorias medidas que tuvo que tomar el Gobierno de Mariano Rajoy y de su habilidad para garantizarse un decisivo apoyo mediático, que otros como Ciudadanos, UPyD, VOX… no tuvieron.

Ante todos, gente sin excesiva experiencia profesional, con currículo más ficticio que real, ponía a la venta un producto de marketing, envuelto en clase pero que deriva hacia el interclasismo.

Teresa Rodríguez, exultante, en plan mitinero

La táctica de Podemos ha sido suplantar las imágenes de la hegemonía del PSOE y presentarse como alternativa al PP. Un juego de imágenes utilizado en la celebración de su Congreso Fundacional, el pasado octubre, en el simbólico pabellón de Vistalegre, en Madrid. Entonces, no consiguió llenar el recinto, que siempre llena el PSOE. De nuevo lo intentó en esta campaña, en el velódromo de Dos Hermanas (Sevilla) donde el partido de Pablo Iglesias aseguró haber concentrado más de 28.000 personas, cuando el “aforo máximo del local” es de 12.132 localidades.

Tras su éxito de quince diputados en los comicios, Teresa Rodríguez contuvo su euforia porque “Mañana seguirá habiendo 45 desahucios diarios en Andalucía". Eso sí, aseguró que “El mapa político en Andalucía ya ha cambiado” y planteó el fin del bipartidismo, obviando que entre PSOE y PP reúnen 80 escaños de los 109 que componen la cámara.

Podemos, que se ha nutrido de votantes tradicionales de PSOE e IU, incluso del PP, y de nuevos electores, puede acabar siendo irrelevante al no poder ser decisivo ni determinante en el nuevo Parlamento andaluz por la irrupción de Ciudadanos. Sin un pacto con el PSOE, los responsables de Podemos saben que quedarán aislados de todo atisbo de poder, y éstos se mueven por él y para él.

Como trasfondo de estas elecciones, el mismo día de las votaciones y del partido de fútbol entre el Barcelona y el Real Madrid, Pablo Iglesias y Tania Sánchez, a través de las redes emitieron al alimón idéntico mensaje pactado que, cual pareja del corazón, anunciaban su ruptura sentimental. Una vez más la soberbia de Pablo Iglesias se imponía a Tania Sánchez. Otra criaturada más del líder de Podemos, que clausuró su campaña electoral clamando por el “sí se puede”, desafiando “a los buitres” de la Junta y diciendo que “tenemos que echar a estos inútiles” en referencia al Gobierno de España.

El ascenso sereno de Ciudadanos

Para muchos ciudadanos andaluces, el partido de Albert Rivera representaba la defensa sin complejos de España en Cataluña. En campaña, Ciudadanos recibió los ataques desde todos los flancos y los llamamientos del PP y PSOE al voto útil. El PP los tildó de “naranjitos” y tuvo atisbos racistas contra ellos. Ambos temían que, si irrumpían con fuerza en Andalucía, pudieran proyectar esos datos sobre Madrid y Valencia.

Juan Marín arropado en campaña por Albert Rivera, celebrando la consecución de 9 escaños

El candidato de Ciudadanos, Juan Marín, reiteró en campaña que si no ganaban las elecciones no iban a gobernar, mostrando disposición a dar su apoyo al PSOE si los socialistas decidieran acometer reformas. Pero, se mantuvo en un “Nada de cambiar consejerías por un pacto de gobierno”.

Analizar la procedencia de los votos de Ciudadanos nos dirigiría hacia el entorno del PSOE, PP, UPyD y de la abstención. Unos resultados que, dadas las condiciones de Ciudadanos, le pueden permitir ser la clave de gobierno en Andalucía.

La anunciada debacle de IU

Muy complicado lo tenía el candidato de IU, Maíllo, con estudios de Filología Clásica, de 47 años, presentado como gay y capaz de recitar en latín el Estatuto de los Trabajadores, se mostró “insatisfecho” con los resultados obtenidos en las elecciones andaluzas, tras pasar de 12 a 5 diputados. Maíllo justificaba que “Es evidente que los ciudadanos han percibido como un error el pacto con el PSOE”.

Sin duda, otra circunstancia que puede permitir entender esa debacle son los titubeos de Sánchez Gordillo, el alcalde de Marinaleda (Sevilla) y líder los jornaleros del campo andaluz, que, el 23 de octubre de 2014, se mostraba convencido de que había que romper la coalición de su partido con Izquierda Unida y dar el salto para ir de la mano de Podemos.

Antonio Maillo en un mitin de IU

En febrero de 2015, en asamblea, el partido Candidatura Unitaria de Trabajadores (CUT), del que Sánchez Gordillo es portavoz, había dejado IU. Pero, el 27 de febrero comenzó a rectificar su decisión cuando en una intervención en el Centro Cultural Blas Infante de Casares (Málaga), durante la entrega del premio García Caparrós, preguntaba: "¿Saben qué va a pasar ahora que parece que todo va a cambiar?" y se respondía a sí mismo: "Que las nuevas fuerzas políticas que nacen como Ciudadanos, como Podemos, como otras opciones, se van a cargar el nacionalismo –de izquierdas– en el país".

Para Gordillo, "nacionalismo y lucha de clases son dos formas complementarias en la izquierda". Continuó su discurso: "Y en la izquierda anticapitalista y comunista tenemos que entender de una vez porque creo que es clave para nuestro futuro. No va a defender esa idea nadie, no lo he escuchado que la defienda nadie". Sostuvo que, al contrario de otros, él lucha "por Andalucía, por la clase obrera". Manifestó Sánchez Gordillo: “Yo digo que no se defiende eso hoy no lo defiende Podemos, que parece que es la nueva cara que lo arregla todo, porque tiene un discurso centralista. No se defiende en el PSOE, no se defiende en el PP. Por tanto yo pienso que es muy importante Izquierda Unida, de la que yo me siento hermano, y me sentiré hasta que me muera… creo que es muy importante".

Tras esos vaivenes, el andalubatasuno Sánchez Gordillo, en Marinaleda, conseguía que IU se impusiera a Podemos, aunque perdiendo el 24 % de los votos obtenidos en las autonómicas de 2012, pasando del 67,02% al 43% de los votos. Podemos obtuvo un 29,01%, PSOE el 15,67%, el PP el 8,25% y Ciudadanos el 1,85%.

La desintegración de UPyD

Otra consecuencia de estas elecciones es la cadena de dimisiones de diputados de UPyD y el conato de rebelión interna de los dirigentes del partido. El inmovilismo, la altivez y la ausencia de autocritica de Rosa Díez ha prendido la llama. La lideresa y su núcleo duro, de despropósito en despropósito, ha cometido demasiados errores, y ya no cuela que digan que luchan por principios y valores y que tienen fuerza para defenderlos.

Martin de la Herran, candidato de UPyD, subió un vídeo a la red, lanzando un ¡casi entramos!, tras perder 52.754 votos respecto de los comicios de 2012

Cuando Ciudadanos les tendió la mano, encontró la negativa de Rosa Díez, Martínez Gorriarán y algún que otro dirigente más de UPyD. Su ex eurodiputado, Sosa Wagner, consideró un error histórico no pactar la unión con Ciudadanos y fue sometido a un tercer grado, que precipitó su marcha de UPyD. Tras los resultados obtenidos por uno y otro, simplemente sumando sus votos se podía extrapolar que hubieran podido conseguir cuatro diputados más. Pero, Sosa Wagner planteaba que la unión de la alternativa constitucional hubiera generado un efecto multiplicador y, posiblemente, hubieran conseguido algunos más de esos hipotéticos trece diputados.

Un grupo de afiliados ya recogen firmas para pedir la dimisión de Rosa Díez, porque los ciudadanos les han dicho que no cuentan con ellos si mantienen esas actitudes. Los críticos de UPyD quieren el pacto con Ciudadanos.

El pueblo andaluz acabó planteándose la dicotomía entre más de lo mismo o el salto al vacío. Ante esta última posibilidad, el electorado de izquierda optó por mantener un status quo compuesto a base de una corrupción y mediocridad endémicas. De ahí la resistencia del llamado bipartidismo, tras una campaña horrenda en la que los debates ha tenido poca incidencia al depositar el voto.

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