1/1/16

La CUP y su República bananera, sus asambleas. amistades y el pucherazo

En todas las organizaciones políticas existen variados tipos de personas. Unas son honradas y otras no se guían más que por sus ansias de poder. En este sentido, la CUP no constituye ninguna excepción y las manipulaciones están a la orden del día. En la cita asamblearia del 27-D se produjo un cambio de emplazamiento: primero, en Gerona, y al final en Sabadell, como si de una cita a ciegas se tratara, cuando más bien se asemejaba a una inocentada con un día de adelanto o la clásica tomadura de pelo.

Del acto de Manresa al de Sabadell, la CUP triplicó el número de asistentes a su asamblea. Militantes, simpatizantes y figurantes –amigos, colegas, primos transportados- han contribuido a engrandecer el show. Muestra de ese cachondeo Cupaire fue la decoración del Pabellón Deportivo de Sabadell con la pintada “Fins Mai Mas”.

Estos individuos son quienes deberían facilitar la investidura de Artur Mas. “Cria cuervos y te sacarán los ojos”, dice el refrán popular que describe la ingratitud de las personas a las que amablemente se les ha ayudado. Caso de CDC con la CUP

Tanto en la Asamblea de Manresa como en la de Sabadell se han evidenciado la distancia y las broncas públicas de los dirigentes y parte de los cargos de la CUP, que ya viven del sistema, con su base militante que aspira a vivir del sistema. El pucherazo de la dirección con el empate a 1515 votos no ha hecho más que caldear los ánimos y abrir los ojos a un buen número de militantes.

La Asamblea como cachondeito y pucherazo

Asamblea es esencialmente palabrería. Una sucesión de frases en las que se conjuga conceptos variados como: voluntad del pueblo, derecho a decidir, clases en lucha, urnas, resultados… En el mejor de los supuestos, en Sabadell, 3042 personas se subrogaron la representación de más de siete millones de personas. Dos votaciones y una votación final con las dos últimas opciones en liza que, de forma insólita, obtuvieron idéntico número de votos. Desde fuera y desde dentro de la CUP, enseguida surgió la idea del ¡Pucherazo clásico!, y, de nuevo, se constató lo manipulable que es una asamblea. Como colofón, la barroca rueda de prensa posterior plasmó la existencia de una dirigencia enrocada en los números, que optaría por una nueva ronda de consultas y por posponer la solución hasta el día 3 de enero de 2016.

Tanto machacar con su modelo asambleario y, ahora, resulta, que decidirán en petit comité, porque la jerarquía sigue siendo consustancial en los anti-sistema. ¡Cuán lejana queda aquella teoría política que distinguía entre partidos de cuadros y partidos de masas y que tanto furor causó en los sesenta y setenta del siglo pasado entre la izquierda europea! Pobres de aquellos militantes que se llegaron a creer conceptos vacuos y que, incluso, estuvieron dispuestos a matar por ellos. Ciertamente, nunca ha existido otra cosa que partidos de cuadros, puesto que sin éstos las organizaciones quedan relegadas al limbo más recóndito.

La asamblea de Sabadell conllevó tres votaciones

Cuadros de las tres votaciones de la asamblea de la CUP en Sabadell, de acuerdo con los datos facilitados por La Vanguardia

Finalmente, se rechazó la solución de echarlo a cara o cruz, porque les creaba el problema de decidir si el Sí a Artur Mas era la cara o la cruz de la moneda. Anna Gabriel aseguraba que “La moneda és el símbol del capital i la burgesia. Amb el que ens ha costat mantenir la coherència des del 27-S, no farem el préssec de perdre tots els honors al darrer moment”. Con votos o con moneda, la CUP ha dinamitado aún más la convivencia y, por su incapacidad para resolver los problemas que han creado y por su odio a España, ha hecho perder tres meses a toda Cataluña.

En teoría, la dirección de la CUP ha dejado en manos de cien asambleas locales la decisión de investir a Mas. En noviembre, seis de las trece asambleas territoriales rechazaron frontalmente a Mas y una no se pronunció. Una situación que anima a debatir si el voto de los representantes territoriales transmitirá la decisión de las previas asambleas locales o si repartirán sus votos en función del nivel de apoyo obtenido por Mas en dichos conclaves. En general, los cupaires echan la culpa a Junts Pel Sí de no dar marcha atrás y de no cambiar a Mas por otro candidato.

En apariencia, asambleas y organizaciones externas que apoyaron electoralmente a la CUP el 27-S se han mostrado, mayoritariamente, contrarias a la investidura de Mas. No obstante, los defensores de la investidura atisban la esperanza de que alguna asamblea territorial analice el marco de nuevas elecciones con el independentismo desmovilizado.

El día 3 de enero de 2016, el consejo político de la CUP, compuesto por 15 miembros del Secretariado; representantes de las 13 asambleas territoriales en número de tres o seis; una docena de representantes de las organizaciones políticas que apoyaron la CUP el 27-S; y los 10 diputados al Parlamento catalán –sin derecho a voto- publicitará la postura de la CUP.

El Pucherazo, otro fraude más del “prusés”

Xavier Monge, del Secretariado Nacional y cabeza de lista de la CUP por Barcelona en 2011, miembro del colectivo Endavant, el sector más izquierdista de la CUP encabezado por Anna Gabriel y reacio a pactar la investidura de Mas, tildó el proceso independentista como “el mayor fraude la política catalana”. Añadiendo que “Un mandato inexistente, una hoja de ruta en blanco, una legislatura muerta y aún se habla de investir al mayor cadáver político del momento. Bravo”. Sentenciando que “Ni ganamos las elecciones autonómicas del 27-S, ni la UE hará nada por nosotros, ni habrá ningún referéndum pactado. Y la oligarquía catalana no romperá la baraja”.

Xavier Monge, dirigente díscolo de la CUP que parece ser ya no está por el fanatismo del "prusés"

Monge cerró su cuenta en Twiter al tiempo que indicaba: “disfrutad de vuestro reino de fanáticos”. Según la CUP, Monge presentó su dimisión por carta al comprobar el revuelo organizado.

Otro militantes ya le echan en cara a Antonio Baños sus declaraciones del 22 de septiembre de 2015, cinco días antes de las elecciones, cuando, en una entrevista en eldiario.es, se le preguntaba: “Imagine que un ex votante de ICV duda entre ustedes y Catalunya Sí que es Pot. Y una de las cosas que le preocupan es que la CUO acabe invistiendo a Mas…”. Su respuesta no dejaba duda: “No votaremos nunca una investidura de Mas. Y nunca es nunca. Nunca. Nunca y nunca. Así que pueden estar tranquilos. ¡Que nos voten!”. Ahora, Antonio Baños encabeza el sector de la CUP partidario de investir a Artur Mas.

La impostura de algún asistente

A la Asamblea de Sabadell acudieron personajes variopintos. Uno de ellos, Enric Marco Batlle, nacido en 1921, que hasta la transición no fue conocido en el mundo del sindicalismo como Enrique Marcos, llegó a secretario general de la Federación Catalana de la CNT en 1977 y Secretario General de la CNT de abril de 1978 a diciembre de 1979, en cuyo V Congreso Confederal no fue reelegido. Impugnó junto a otros el Congreso y fue expulsado de la CNT en abril de 1980. El conocido cenetista Juan Gómez Casas, en 1984, recordaba que, a ciencia cierta, poco se conocía sobre el pasado de ese hombre. Tras esa etapa, desarrolló su actividad en el ámbito escolar llegando en 1998 a la vicepresidencia de la FAPAC (Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de Cataluña) en Barcelona.

Enric Marco, o Enrique Marcos para el anarcosindicalismo, es la imagen del clásico impostor con una delirante biografía prefabricada. Posiblemente, a su edad, un personaje digno de conmiseración

Desde 1976, Enric Marco estuvo afirmando su presencia en los campos de concentración del III Reich. Declaró que estuvo exiliado en Francia durante la II Guerra Mundial y que, por su colaboración con la resistencia francesa, había sido deportado al campo de Flossenbürg en Baviera. A partir del 2000, aprovechando que la gran mayoría de supervivientes españoles de esos campos ya habían fallecido, se aproximó a las asociaciones de víctimas españolas y en meses llegó a ser Secretario y Presidente de la Asociación Amical de Mauthausen y otros campos, con sede en Barcelona. Una intensa actividad le llevó a dar numerosas charlas y testimonio en diversas entidades, centros de enseñanza y medios de comunicación, incluyendo la televisión. Eran vivencias sobre su participación en la Guerra Civil y la II Guerra Mundial, el exilio republicano, la resistencia francesa y los campos de concentración nazis. Representó a las víctimas españolas en gran número de conmemoraciones. Su emotivo y dramático discurso en el Parlamento español, en 2005, en la conmemoración de las víctimas del Holocausto y de los crímenes contra la humanidad, hizo vibrar a buena parte de sus señorías. En mayo de 2005, su participación destacada estaba prevista en el aniversario de la liberación del austríaco Campo de concentración de Mauthausen-Gusen ante representantes de los deportados de toda Europa, el Canciller de Austria y José Luis Rodríguez Zapatero. Pero, tuvo la mala suerte de que antes se descubriera su impostura, porque en abril de 2005, el historiador Benito Bermejo Sánchez elaboró un informe en el que Marco nunca fue exiliado republicano ni estuvo arrestado en Francia, sino que, tras el acuerdo de agosto de 1941 entre Hitler y Franco, estuvo como trabajador voluntario al servicio de la industria bélica alemana.

Otros asistentes, en la noche del 27-D, se explayaron en una cervecería de Barcelona. A voz en grito, llamaron la atención de los presentes, comentaron que la asamblea de la CUP había sido una pasada, y al preguntarles cómo es que habían ido, respondieron que un tal “Roger” les había invitado y llevado a Sabadell y se había encargado de todo, incluso de inscribirles como asistentes antes de que se cerrara el plazo.

Artur Mas en su decadencia moral

En su deriva, y en los últimos coletazos de su huida adelante, Artur Mas prosigue con su dividir a Cataluña, al PSC, a Unió, con su cargarse la coalición de CiU, y con su siembra de cizaña en el interior de la variopinta CUP. Una CUP que insiste en que Artur Mas no será investido presidente de la Generalitat. María Rovira, concejala de CUP-Capgirem Barcelona, declaraba que “La CUP se mantiene firme en todo aquello que había ido diciendo y decidiendo”.

Ante esta circunstancia, en un último intento por doblegar al Consejo Político de la CUP, Artur Mas ha movido a sus peones. En consecuencia, los dirigentes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) han convocado para el sábado día 2 de enero, una huelga de hambre con el objetivo de forzar el acuerdo entre Junts pel Sí y la CUP. Un punto más que patético que se debe añadir a la falta de credibilidad del "prusés independentista".

En su soledad, en brazos de los anti sistema, Artur Mas sigue comprobando como le retiran su apoyo familias y sectores de la sociedad catalana que le eran afines. Prueba de ello fue el editorial de La Vanguardia “Por la rectificación”. A tal fin, nos desolados Enric Juliana y Pilar Rahola, a través de las páginas de La Vanguardia, han organizado una operación rescate para tratar de salvar al soldado Mas.

Los escuderos de Artur Mas, Pilar Rahola y Enric Juliana, tratan desesperadamente de salvar a Artur Mas y con él su espléndido modus vivendi

En La Vanguardia del 30 de diciembre de 2015, Pilar Rahola, la bacallanera del régim, dixit: “Cataluña ya no es un país en el umbral de la independencia bajo el foco internacional y se ha convertido en una especie de engendro marciano con gente rarísima que se dedica a cargarse, ella solita, las oportunidades que ella misma había creado”. “Hemos dejado de ser interesantes porque, gracias al show de estos meses, hemos dejado de ser creíbles. Nunca agradeceremos suficiente a la CUP que se haya cargado el trabajo hecho de los últimos años. Gran mérito el suyo, no conseguirán la revolución, ni la independencia, pero habrán quemado al hereje Mas en la hoguera pública, Gabriel tiene motivos para sentirse satisfecha durante muchas vidas…”. “De momento lo que sí está claro es que los cuperos avanzaron un día los Santos Inocentes y se rieron de nosotros. Y fue así como la historia de Catalunya añadió un nuevo esperpento a un proceso que empezó anhelando la gloria. Como dije hace tiempo entre la gloria y el ridículo hay una línea muy estrecha, y gracias a la CUP la hemos pisado con fruición”.

En Convergencia, sus intelectuales le han urgido a Artur Mas a romper con la CUP y convocar elecciones, porque basta ya de humillaciones y de llamarle corrupto. Muchos militantes reconocen que, en su agonía, Artur Mas se ha tragado sus principios con tal de que la CUP le haga presidente. Junts pel Sí mantiene la candidatura de Artur Mas y no hará ningún gesto más. Algunos esperaban que diera por terminada las negociaciones. La humillante negociación deja ya debilitado a cualquier gobierno que pudiera salir, que quedaría al albur de una minoría imprevisible y caprichosa. Otros, por dignidad, pedían elecciones y que se rompiera con los anti-sistema, y que se buscara otra mayoría alternativa a la CUP, porque el cachondeo estaba llevando a Cataluña a la ruina. Ambigüedades, ocurrencias y disparates envueltos en la “estelada” han rebajado la renta por habitante por debajo de la media de la Unión Europea.

Ciertamente, ¡ya está bien de bromas, señoras y señores de la independencia! ¿No se han dado cuenta de que le están haciendo de parapeto a los desmanes de los caciques? Déjense de su endiosamiento y dejen de creer que Cataluña es su República bananera. ¡Dejen que los ciudadanos de Cataluña, que desean que la acción de la Justicia llegue hasta el final y que los culpables de corrupción afronten las penas correspondientes a sus delitos, puedan convivir en Paz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario